x
28 Marzo 2024

¿Para qué somos libres?

Hace poco haciendo la sobremesa con mi familia, una mosca impertinente y molestosa insistía en hacernos compañía. Se posó sobre un postre. Sentí asco.

Sabrá nadie en qué otra cosa se había posado antes esa misma mosca. Quizás ofendido por mi revulsión, el insecto voló y se fue. La mosca volaba libremente, tan libre como puede cualquiera llegar a ser, pero carecía de herramientas para discriminar al escoger sus puntos de aterrizaje. De un postre magnífico podía ir a dar a una pila de estiércol, o más peligrosamente, en orden inverso.

La libertad sólo nos sirve si las decisiones que tomamos están informadas, y si el criterio ha sido educado para tomarlas atentos a las consecuencias.

Cualquier ciudadano libre, pero mal informado o carente de educación, como la mosca, pueda ir a dar con sus huesos a una enorme pila de “aquello”, y como uno a todo se acostumbra, al cabo del tiempo el olor no le molestaría, y la tibieza sería atractiva.

Del mismo modo, muchísima gente alrededor de uno se comporta a veces como la mosca, yendo orondamente de uno a otro lugar, feliz con sentirse libre, pero ajena a los peligros de la ignorancia, quizás ignorante hasta de su propia ignorancia. Gente así, me parece a mí, es la materia prima de ciertos partidos políticos.

Para seguir con las metáforas del reino animal, son los borregos del rebaño.

El efecto cumulativo de cientos de miles de decisiones tomadas diariamente por ciudadanos mal informados o carentes de criterio es terriblemente corrosivo.

En Haití una consecuencia concreta ha sido la eliminación de casi todos sus bosques, que en términos del impacto en su vida en sociedad equivale a padecer permanentemente condiciones desérticas, de pobreza desastrosa. Hay un círculo vicioso en que las malas decisiones pasan a ser parte de la cultura.

La apariencia de libertad absoluta, de carencia de orden o de límites, ha dado paso a la creación de órdenes paralelos al oficial: narcotraficantes, contrabandistas, cacicazgos. Hay tanta “libertad” que ha degenerado en caos.

¿No estaremos los dominicanos abusando de nuestra libertad al ponerle poco asunto a la necesidad de combatir la ignorancia? Quizás la mejor manera de medir si progresamos es analizando la calidad de ciudadano que la sociedad produce. Me parece que deberíamos ser capaces de hacerlo mejor…

[email protected]

 

 

Comenta con facebook
Subscríbete a nuestro canal de YouTube