Redacción Internacional.- Una pareja de California, Daphna y Alexander Cardinale, ha denunciado al Centro de Salud Reproductiva de California (EE UU) por implantarles el embrión equivocado, al que dieron a luz y criaron durante tres meses, cuando las pruebas de ADN confirmaron sus sospechas.
Según recoge NBC News, Daphna Cardinale y su esposo Alexander sospecharon inmediatamente de que la niña que Daphna dio a luz a fines de 2019 no era de ellos porque la niña tenía una tez más oscura que ellos.
Sin embargo, la pareja se enamoró de su bebé y quisieron confiar en el proceso de fertilización in vitro y en sus médicos, ha relatado Daphna. No obstante, meses después confirmaron con pruebas de ADN que había estado embarazada del bebé de otra pareja y el hecho de pensar que otra mujer había estado embarazada de su verdadera hija le causó «un trauma duradero».
«Me sentí abrumada por sentimientos de miedo, traición, ira y angustia», ha explicado Daphna durante una conferencia de prensa junto a su esposo en la que han anunciado la demanda. «Me robaron la posibilidad de llevar a mi propia hija. Nunca tuve la oportunidad de criarla y vincularme con ella durante el embarazo, de sentir sus patadas», ha lamentado.
La demanda de los Cardinale está dirigido tanto al centro como a su propietario, el doctor Eliran Mor, por malas prácticas médicas, incumplimiento del contrato, negligencia y fraude.
La otra pareja afectada por este cruce de embriones ha preferido permanecer en el anonimato pero asegura que emprenderá las mismas medidas judiciales en los próximos días, según ha informado el abogado de los cuatro progenitores, Adam Wolf.
Los dos bebés son niñas y nacieron con una semana de diferencia en septiembre de 2019. Ambas parejas criaron la bebé equivocada durante casi tres meses hasta que las pruebas de ADN confirmaran que los embriones fueron intercambiados. Las pequeñas fueron intercambiadas en enero de 2020.
Estos cruces por equivocación son extremadamente raros pero cuentan con precedentes. En 2019, en Glenade, California, una pareja demandó a otra clínica de fertilidad, alegando que su embrión fue implantado por error en una mujer de Nueva York, que dio a luz a su hijo, así como a un segundo niño perteneciente a otra pareja.