En la patria de Duarte, en boxeador muere por pelear dos veces en tres días, desesperado por conseguir con qué comprar los útiles escolares de sus hijos. En la patria de Luperón, tras un mes de prisión, dejan por fin en libertad a un jornalero que robó siete libras de yuca para comer, pues en la finca no le pagaban sus jornales. En la patria de Manolo, Caamaño y miles y miles que han caído luchando por una patria justa para todos, cañeros, albañiles, policías y soldados reclaman una pensión que haga menos su hambre…(Definitivamente, yo no sé de quién será esta patria, pero no es la que soñaron aquellos).
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