Por: Magdalena Tsanis
MADRID.- Para Penélope Cruz la de este año es la mejor nominación a los Óscar que ha recibido: por una película en español, dirigida por Pedro Almodóvar y en la misma edición de los premios a los que también es candidato su marido, el actor Javier Bardem: «Es muy, muy emocionante», asegura en una entrevista con Efe.
La madrileña, que opta al Óscar a la mejor actriz por su trabajo en «Madres paralelas», asegura que vio en directo las nominaciones junto a Bardem y que se puso a gritar cuando él fue nombrado (por «Being the Ricardos»), mientras el actor permanecía callado hasta que salió el nombre de ella.
«Cuando dijeron los nombres de las actrices ahí él empezó a gritar y yo me caí al suelo directamente y me pasé hora y media llorando», afirma Cruz, que confiesa que le hubiera gustado ver el nombre de Almodóvar entre los nominados a mejor director o guionista.
«No ha podido ser, pero he visto como él se alegra de corazón por nosotros», dice Cruz sobre la «generosidad» del director español, por cuya última película nominaron a su actriz principal y al compositor de la banda sonora, Alberto Iglesias.
La actriz destaca que Almodóvar fue una de las primeras personas en llamarla y le pidió ir a la sede de la productora «El Deseo» para darse un abrazo: «Todo lo que estoy consiguiendo con esta película se lo debo a él, a la maravilla de guion que ha creado, a cómo nos ha dirigido, cómo nos ha acompañado en este camino largo, intenso y precioso», subraya.
La actriz confiesa que ya de niña y adolescente tenía «la obsesión» de trabajar con Almodóvar. «Es alguien muy importante en mi vida, ya antes de conocerle».
Sobre el día de hoy, Cruz asegura que conseguir una nominación que le parecía «difícil», pero estar tanto ella como Bardem le resultaba «imposible y ha pasado», subraya.
Por el momento, afirma que no se va a hacer «ilusiones» sobre la posibilidad de ganar el premio el 27 de marzo y que se queda con haber sido nominada a los Óscar. Es la cuarta vez que es candidata a estos premios, tras «Volver», «Vicky Cristina Barcelona» y «Nine», la segunda de ellas con estatuilla.
Para Penélope, ya es un «regalo ser parte de esta maravilla de película y este personaje, que no le puedo querer más». «La primera vez que lo leí ya me dio un vuelco al corazón porque me impresionó que una vez más Pedro confiara en mí para darme un material tan sumamente interesante, complejo y distinto a todo lo que hemos hecho antes», remarca la actriz.
Afirma que hoy, junto a su marido, se acordó sobre todo de los momentos en los que se enteró que estaba nominada, uno de ellos con su padre -ya fallecido- en Los Ángeles, otro con la actriz Salma Hayek (al principio se hizo la dormida y se metió debajo de las sábanas) y otro con Katrina Bayonas, su representante, todos en EEUU.
«Todas las veces ha habido sorpresa, pero lo de hoy ha sido lo más fuerte, estar los dos», recalca la actriz, que suele resistirse a ver las nominaciones en directo porque se pone muy nerviosa, confiesa, aunque acaba por hacerlo.
Penélope Cruz asegura que siente «muchísimo agradecimiento y humildad» y que sigue considerando que «el mayor premio es tener un trabajo». «(Un trabajo que) me motiva y que he querido desde niña», amplifica.
«Cuando hice mi primera película no sabía si era la última, y ese miedo que tenemos los actores de saber que dependes de alguien de fuera, yo eso no lo suelto, porque es mi motor y es lo que me hace seguir valorando las cosas, no confiarme nunca, valorar cada personaje, empezar de cero cada vez», subraya.
Por eso, uno de los momentos que más aprecia de su trabajo es «volver a ser estudiante». «Da igual que tengas 40-60-80 años, siempre es empezar de cero y recordar las oportunidades que la vida nos está dando».
En un encuentro posterior con varios medios, que tuvo lugar en la cocina de El Deseo, Cruz desveló que en todo el proceso con esta película tuvo en mente a una amiga que atravesó una situación similar a la de Janis, su personaje, de pérdida o amenaza de pérdida de un hijo o un ser querido.
«En todo lo que ha pasado con esta película no puedo pensar en otra cosa que no sea en ella y en ese niño», dijo. «Mi motor era conseguir honrar a cualquier mujer que atraviese una situación similar».
Preguntada por cómo se siente como embajadora de la Marca España, Cruz confesó que le cuesta pensar en esos términos. «Yo no puedo querer más a mi país, decido vivir aquí porque me encanta, pero me siento una más, soy la primera sorprendida con todo lo que me pasa».
También hizo referencia a la película que acaba de rodar con Juan Diego Botto como director y guionista, «En los márgenes», y que ella protagoniza y produce. «Quiero hacer algo así cada dos años, es algo que me motiva», ha dicho en referencia a su faceta como productora de cine español.
Menos dispuesta se muestra a trabajar a menudo con su marido tras la experiencia de «Loving Pablo» (2017). «Es algo que tiene sentido de vez en cuando, cada cinco años como poco, es una forma de proteger la relación».