Es una pena que por hedonismo, disfrutes materiales y conveniencias económicas y laborales, en el país hayan perdido parte de su esencia histórica y religiosa festividades de alto significado espiritual como el Día de los Reyes Magos.
El cambio del feriado mediante una ley del Congreso en la práctica ha forzado a una celebración adelantada, o sea el día 5 de enero, en lugar del 6, que es la Epifanía de los reyes Magos, tal como se relata en la Biblia, en Mateo 2,1-12.
Esta modificación nunca debió introducirse porque contradice la fecha real en que ha de conmemorarse esta festividad, que debe conservar un alto aprecio para las familias, tan afectadas en los últimos tiempos por un creciente proceso de disolución y gradación en cuanto a principios y valores.
La distorsión se ha afianzado de tal manera que hasta el tradicional desfile de los reyes magos, a cargo del Cuerpo de Bomberos, se realizó en la víspera de la fecha en figura en el calendario de la Iglesia católica.
Empujados por el cambio impuesto y sin otras alternativas disponibles, los padres de familia colocan los regalos a sus hijos en la noche del 4 de enero o en la madrugada del 5, lo que de hecho sitúa la celebración ese día, cuando los niños salen a jugar con los regalos recibidos, compartiendo con familiares y amigos.
Fuera de los argumentos que se expusieron en su momento para justificar el contraproducente cambio, lo cierto es que obedeció a razones eminentemente económicas, entre otras para favorecer a la hotelería con las famosas ofertas por los denominados “puentes” como se conocen los feriados extendidos.
En esencia fue fruto de un pragmatismo que ignora, por insensibilidad y particularismo, toda adhesión a principios y valores, aunque éstos tengan un fundamento religioso que debía ser respetado, aunque no necesariamente compartido.
A pesar de esta avalancha de actitudes absurdas, la Iglesia se mantiene firme en sus principios y mantiene el dia 6 como la invariable celebración de la Epifanía de los Reyes Magos.
¿Se llegará a entender, antes de que sea demasiado tarde, las consecuencias que tiene para un pueblo modificar o corromper tradiciones llamadas a fortalecer la unidad de la familia frente a los peligros y amenazas de la vida moderna?