Periodismo de moda

¡Buena noticia para quienes gustan de fama y dinero rápido en el ejercicio periodístico y para los lectores que quieran comprender nuestro complejo mundo!

Presento un decálogo aplicado a pie juntillas por veteranos y novatos que han logrado llevarse el mérito de estruendosos aplausos, apologías inconmensurables, regalos valiosos, reconocimientos por segundo y una fortuna que les asegura el resto de su existencia junto a sus familias:

1.- Si quiere, no estudie periodismo ni nada; es innecesario porque no hay reglas claras para el ejercicio ni gremio que las reclame. Y en cuanto llegue al medio, que no será difícil, hable duro, muy duro. Así impresionará, lo creerán poseedor absoluto de la verdad y, de paso, parirá una mina de discípulos leales en el territorio nacional.

2.- Ataque siempre: al Gobierno, al Congreso, a los empresarios, a los políticos, a los narcos, a los pistoleros, a las plantas, a los peces, a los perros, a Dios, al diablo… a todo el mundo. Jamás conceda razones. Así la gente creerá que usted es la racionalidad y la seriedad personalizadas. No ose ser observador, analítico, reflexivo, pues le vocearán conservador y cómplice de la autoridad, cuando no periodista anticuado.

3.- Simule, simule. Pero sea inteligente y deje una brecha para que los poderosos que le teman, entren sigilosos, le abracen y le hablen del cheque, la finca, la yipeta, el apartamento…

4.- Asegúrese con una retaguardia de ONG para amortiguar cualquier embestida desmedida. Hágase la víctima. Ganará porque el dominicano es muy solidario con el sufrido.

5.- Mienta, injurie, difame y engañe mientras los seguidores de los medios mantengan los bobitos en sus bocas. Y si sus víctimas le demuestran errores, niéguelos e invente más mentiras. Ataque de nuevo. Cualquier debilidad sería fatal para sus propósitos.

7.- No pierda tiempo investigando como establece la ciencia. Aparéntelo si quiere, porque eso le da glamour; pero, por favor, nunca lo haga en serio. Perdería un tiempo precioso y al final la mayoría de los públicos no le premiará ni siquiera con los aplausos.

8.- Mantenga amarres en el Gobierno de turno; pero no descuide a la oposición, incluyendo la izquierda. Un huevo en cada canasta reporta buenos dividendos económicos y de solidaridad en momentos difíciles. Haga lo mismo con los empresarios; nunca descarte ser su par si maneja bien las argucias.

9.- Repita hasta la saciedad que es objetivo e independiente; pero le recomiendo que por lo bajo coloque a sus familiares más cercanos en puestos claves donde paguen mucho dinero y puedan conseguir otros beneficios, como becas de lujo en Estados Unidos, Europa y Asia, para sus hijos.

10.- Pregone que es amante de la libertad de prensa y de expresión del pensamiento sin límites; aunque usted sepa, con el semiólogo y director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, que más información y más medios no implican más libertad. Y que la censura moderna no se mide como antes por la supresión de información sino por la sobreabundancia de ésta. Monte un escándalo nacional e internacional y denuncie censura si alguien le exige respeto. Pero calle de inmediato a cualquier subalterno o compañero de trabajo que intente afectar sus intereses. Se recordará de mí.

Sufrimos la era de los falsos dioses del periodismo con caretas de santos; mas hay esperanza, porque no se ha perdido todo y el público ya aprende a sacar los machos del arroz mediático.

Será cuestión de tiempo.

tonypedernales@yahoo.com.ar