Periodista haitiana considera que “EEUU controla todo lo que pasa en Haití desde 1915”

Colette Lespinasse, periodista y activista de los derechos humanos, señala que un director de la Policía no puede ser nombrado sin la anuencia de ese país.

Por: Ana Mitila Lora

Santo Domingo.– La periodista Colette Lespinesse responsabilizó a Estados Unidos de muchos de los males que afligen a Haití y recordó que la influencia de esa nación se prolonga desde el año 1915, cuando Haití fue ocupada por el ejército norteamericano hasta el año 1935, pero su dominio se extiende hasta la actualidad.

Como ejemplo señaló que el ex presidente Michel Martelly habría fallado en ganar las elecciones (mayo 2011-febrero 2016), pero habría sido impuesto en la Presidencia por Estados Unidos. “Un jefe de la policía, no puede ser designado sin su consentimiento. Los Estados Unidos lo controla todo”, según consideró.

La activista pro derechos humanos fue invitada a un conversatorio auspiciado por la Fundación Frederich Ebert recientemente, sobre la situación por la que atraviesa Haití, al que asistieron varios periodistas, abogados, sociólogos, representantes del ministerio de Relaciones Exteriores, de la embajada de Cuba, y organizaciones sociales.

De acuerdo a Lespinasse, por razones históricas, existe un sentimiento anti norteamericano por las políticas fallidas impuestas en contra de los intereses del pueblo haitiano, al tiempo que señaló que el presidente Joe Biden, podría ser el mandatario que más haitianos ha repatriado desde esa nación.

Sobre República Dominicana, Lespinasse señaló que comprende las necesidades del gobierno de Luis Abinader de controlar su frontera, pero, cuestiona que lo haga en estos momentos.

“Las repatriaciones hacen sufrir a mucha gente, que pierden todo lo que tenían, aparte de que algunos sectores, a ambos lados de la frontera, las aprovechan para promover el odio entre los dos pueblos.

En cuanto a las iglesias que tienen arraigo en la nación más pobre del hemisferio, Lespinasse lamentó que en los momentos actuales no exista en la iglesia católica ni protestante o evangélica un prelado o pastor, con liderazgo suficiente para asumir el rol de mediador en estos momentos de profunda crisis. Opinó que lo mismo pasa con los partidos políticos, los cuales, a su juicio, están urgidos de una renovación.

Sobre las mujeres haitianas, la periodista y feminista, consideró que Haití todavía se mantiene en pies por las mujeres. “Haití vive gracias a sus mujeres. Ella son las heroínas, para encontrar agua potable y alimentar a su familia. Sin ellas Haití moriría. Por mi casa, pasan ellas cargando sus aguacates sobre sus cabezas; caminan erguidas, y caminan mucho, porque no tienen dinero para pagar un transporte, aparte de que escasea el combustible”.

Sin embargo, deploró que sean las mujeres las mayores víctimas de las bandas armadas, “niñas y mujeres son violentadas y violadas sexualmente, y hasta para una pareja casarse, tienen que pedir su anuencia”, explicó.

-¿Cuál es la situación en su país?

-Haití pasa por una tragedia. Vive una crisis que no es nueva. Es la continuación de unas vicisitudes provocadas por viejos problemas estructurales no resueltos que emergen en la actualidad con otra cara, y con nuevos protagonistas. Los nuevos episodios de esa crisis se caracterizan por la presencia de las bandas armadas.

-¿Cómo operan esas bandas?

-Donde hay alguna actividad económica: secuestran, matan, masacran, roban. Por ejemplo, en Martissant, (al sur de Puerto Príncipe), la gente no puede circular libremente. Hay que pagar para transitar, con el peligro de que en el momento menos pensado, los pistoleros disparan o se desata una balacera, y cualquiera puede morir víctima de una bala “perdida”. La seguridad es la principal preocupación de la gente. Esa inseguridad impide la circulación de bienes y personas en la capital y el interior del país. También hay una escasez de combustible, por lo que la gente sale muy poco de sus casas. Esa situación tiene un impacto económico en la pobreza. Muchos han perdido sus trabajos y hay familias que viven en una inseguridad alimentaria muy importante.

-¿Cómo se formaron esas bandas armadas?

-Las bandas, en su gran mayoría, están formadas por menores de 30 años; hace unos años cuando empezó la inseguridad, personas con alto poder adquisitivo contrataban “seguridad” para defender sus bienes y su integridad física, y les suministraban armas para realizar esa tarea. Ese habría sido el germen, luego, ellos se organizaron en lo que hoy conocemos como “bandas”…

-¿Consecuencias?

-Hay miles de familias desplazadas hacia el campo o hacia algunas zonas de la capital; pero existen personas que han tenido que desplazarse de un lugar a otro, dos y tres veces.

-¿Cómo reacciona el gobierno?

-El gobierno no hace nada para recuperar los espacios, por eso y otros indicios, muchos pensamos que las bandas armadas cuentan con el apoyo del gobierno, sectores económicos y políticos. Esta situación impacta el empleo, la mayor parte de las actividades económicas son informales, y la seguridad alimentaria. También provoca un aumento en el costo de la vida en más del 30% y la cotización del dólar. (Posterior a este encuentro la ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Melanie Joly, anunció que Canadá impuso sanciones en contra de tres miembros de la “élite política haitiana” que “brindan apoyo financiero y operativo ilícito a las bandas armadas. Entre ellos se encuentra, presuntamente, el ex presidente Michel Martelly y dos ex primeros ministros).

-¿Qué hace el gobierno?

-¡Nada! Es un gobierno que no existe. No hace nada. La única institución que hace algo es la Policía y algunas organizaciones humanitarias. La justicia no funciona. El gobierno no puede garantizar que la gente se abastezca de combustible. Es en las calles donde, si tienes suerte, encuentras algún galón de gasolina y su precio se calcula que aumentó en un 128%. La gente no puede asumir esos precios, sin una compensación o respaldo social, por lo que ello desencadenó protestas y manifestaciones masivas en reclamo de la renuncia de Ariel Henri. Pero, él sigue ahí, sin fecha, ni calendario, ni programa de gobierno, mientras el pueblo, no tiene acceso ni a agua potable.

-¿Qué piensa sobre una intervención militar en Haití?

-La comunidad internacional ha estado en Haití durante más de 20 años. Uno de sus objetivos era fortalecer a la Policía Nacional Haitiana (PNH) y la justicia, pero no lograron nada. Creemos que la comunidad internacional no resuelve nada. Sin embargo, esa comunidad internacional apoya al gobierno. Una nueva intervención militar lo que podría provocar es más muertes.

-¿Qué propone?

-Lo prioritario es pacificar el país y soluciones multidisciplinarias como empleos para los jóvenes (la mitad de la población está formada por menores de 24 años); apoyo técnico para la Policía combatir las bandas; apoyo para las mujeres, ya que el 40% de los hogares están dirigidos y sostenidos por ellas. La solución debe venir de nosotros mismos. Estamos de acuerdo en recibir asesoría, pero no entregar el país al control extranjero.

-¿Qué opina de la política dominicana hacia Haití?

-Lamentamos la insistencia del gobierno dominicano en reclamar otra intervención militar en nuestro país. No creo que (República Dominicana) sea buen vecino. Duelen esas posturas de países y organizaciones, su infantilismo, nos tratan como si fuéramos niños. Extranjeros decidiendo por nosotros, sin ni siquiera consultarnos ni pedirnos opinión. Esa comunidad internacional no tiene el derecho de decirnos qué hacer, no conocen nuestra historia, no conocen nuestras ciudades, ni nuestras necesidades. Queremos vivir en paz en nuestro propio país.