SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La crueldad extrema y la barbarie son actos perversos e inhumanos, condenables en cualquier sociedad, pero sobre todo en aquellas en que se proclama como un valor supremo el respeto a la dignidad de la vida humana y a los debidos procesos de ley.
Por eso merece un rechazo firme y enérgico la actuación de un grupo de salvajes que golpeó brutalmente y luego prendió fuego con gasolina a un joven que supuestamente fue sorprendido tratando de robar un motor en el sector Punta de Villa Mella.
Las imágenes de este horrendo crimen son tan sobrecogedoras que estremecen la conciencia humana y por tal razón para difundirlas en SIN tuvimos que pasarlas a blanco y negro y editarlas para no causar morbo ni promover aprobación o inclinación al mal.
Decidimos no ignorar el hecho porque tiene que ser conocido, pero con ánimo de generar desaprobación y reclamar que no quede impune. Los autores y quienes contemplaron el crimen como si fuera un show, deben recibir una sanción ejemplar, ya que se incurre en complicidad tanto por acción como por omisión.
Si las autoridades y los tribunales no actúan en este caso se estaría mandando una muestra irresponsable y de virtual apoyo o indiferencia frente a los linchamientos y a la inadmisible acción de grupos irracionales que se toman la justicia en sus manos.
Hay que enviar de inmediato una clara y contundente señal de que esta sociedad, a pesar de estar agobiada por una persistente violencia delictiva y criminal, no permitirá legitimar la barbarie con hechos como este que comentamos y que jamás deberían repetirse.