Perspectiva: El ser humano

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La consternación y el pesar por la trágica muerte de Juan de los Santos ha sido un sentimiento espontáneo que se ha manifestado en diferentes ámbitos de la sociedad dominicana y más allá de la esfera de la política partidaria.

Numerosos testimonios coinciden sobre su afabilidad, carácter conciliador y sencillez, condiciones que ejercía sin decaer en la defensa de su filiación partidaria, lo cual indica que es posible ser político y funcionario sin tornarse en un ser odioso o prepotente.

Una expresión de su sencillez fue presenciada por el personal del departamento de publicidad de SIN el pasado viernes cuando Juancito, como le gustaba que le llamaran, trajo personalmente a nuestras oficinas el DV con un sport sobre el mensaje de navidad, en lugar de utilizar un mensajero.

Le gustaba el toque personal en sus relaciones a todos los niveles, a la vez que creía en el acercamiento y el diálogo, algo que esta sociedad dominicana necesita fomentar porque puede haber entendimiento civilizado aun en el disenso medido y respetuoso.

Otro detalle humano que se resalta es que cuatro horas antes de su fatídico final había acompañado a dos de sus pequeños hijos a compartir con compañeritos de estudio en una celebración por las navidades y que en su campaña se hacía acompañar de su familia.

Como se observa, a pesar de ser un político de éxito y con futuro, lo que más se lamenta es la pérdida del ser humano y de la forma en que interactuaba en diferentes escenarios. Paz a sus restos.