Perspectiva: Infancia desprotegida

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un estudio que acaba de dar a conocer la Unicef sitúa a la República Dominicana con unas estadísticas que nos dejan muy mal parados como nación en cuanto a los programas destinados a la protección de la infancia.

La conciencia nacional, ese ente sensible que desafortunadamente no siempre está atento a las cuestiones más relevantes, debe estremecerse y reaccionar ante la revelación de que diariamente en el país mueren 13 bebés, apenas 28 días después de haber nacido.

Este hecho, penoso y dramático, ha colocado a nuestro país con una tasa de mortalidad neonatal de 25 por cada mil niños vivos, el tercer lugar en ese increíble nivel de descuido y desprotección, sólo superado por Haití y Guyana.

Dentro de ese cuadro, la Unicef destaca un punto que debe ponernos a todos a reflexionar, especialmente a las autoridades y a la sociedad en su conjunto: el 80 por ciento de esas muertes de recién nacidos se producen por causas que pueden prevenirse y evitarse.

Esto último pone de manifiesto y subraya una situación bastante conocida y tratada hasta la saciedad, pero que a pesar de eso sigue en crecimiento: la gran desigualdad social que tenemos en el país, ya que según la Unicef, la probabilidad que tiene un niño pobre de morir antes de los 5 años, es casi el doble que la de un niño rico.

¿Cómo es posible que la vida de un niño dependa o tenga menos  posibilidades de preservarse en función de las condiciones socioeconómicas de su familia?

¿Qué hemos hecho o dejado de hacer como sociedad o como Estado para que la inequidad social no atente contra la salud y la vida de tantos niños dominicanos que mueren diariamente en el país?

Después de estos estremecedores datos, ¿haremos algo que tenga un alcance más allá que lamentos, explicaciones e interpretaciones socioculturales? Lo importante es salvar vidas,  reducir drásticamente estas tasas de mortalidad infantil y que tengamos mayor equidad social.