La réplica de la Torre Eiffel que el Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste colocó en una isleta frente a la Plaza de la Bandera es un monumento al despilfarro, en momentos en que el país atraviesa por una tragedia nacional que ha obligado a declarar provincias en emergencia, debido a un prolongado temporal de lluvias que parece no tener fin.
La compra e instalación de esta estructura de hierro ha desatado un aluvión de críticas en las redes sociales porque ese cabildo pagó medio millón de pesos, suma que de forma increíble el alcalde Francisco Peña considera una ganga, porque su costo original andaría, según él cerca de los dos millones de pesos.
Como si no fuera suficiente con este desatino, en un país urgido de gastos racionales y prioritarios, de paso el alcalde mostró una increíble ignorancia al decir en el programa radial El Sol de la Mañana que no sabía de qué país es el monumento, alegando que no es historiador ni antropólogo y que su intención es llenarlo de luces y alegrar al pueblo con motivo de la Navidad.
Sin necesidad de ser historiador, con una simple consulta a través de Internet, él o alguno de sus colaboradores pudieron haberse preocupado de enterarse que la torre fue construida por Gustave Eiffel para la Exposición Universal de París de 1889 y que es el monumento más contemplado del mundo con 7 millones de visitas al año.
Pero desconocedor de esos detalles, Peña piensa reducir esa réplica a servir de soporte a luces multicolores sobre un símbolo foráneo que nada se relaciona con la identidad nacional, o sea que es solo contribuye a la alienación,
Para colmo de males y producto también de ignorancia y de una falta de sensibilidad hacia la cultura, el patriotismo y la dominicanidad, además de una gasto superfluo, innecesario y costoso, el alcalde coronó su despropósito con una elección que ofende la dignidad nacional, al poner el referido mamotreto frente a la Plaza de la Bandera, dedicada a honrar el principal símbolo legado por nuestros padres fundadores.
Sinceramente, República Dominicana cuenta con un pueblo tolerante y demasiado paciente.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email