SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Han transcurrido más de 72 horas, lo que equivale a tres días desde que cerraron los centros de votación, y hay municipios en donde, hasta las 7:00 de la noche de este miércoles, el conteo ni alcanzaba un 28 por ciento de los colegios electorales.
Esta tardanza es la que ha desatado incertidumbre y desconfianza en localidades como Santo Domingo Norte y Este, Higüey, Bonao y Cotuí por mencionar algunas ubicaciones.
Con las Juntas Municipales militarizadas y delegados de candidatos alegando que los han expulsado de las instalaciones, se acrecientan las acusaciones de fraude, nueva vez apoderándose este síndrome del país, recurrente en cada proceso electoral.
Ahora en medio de protestas, la quema de gomas, tiroteos y bombas lacrimógenas en algunas provincias, el presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, dice que los descuadres en las actas se han convertido en uno de los principales escollos de este proceso.
Incluso dijo que había lugares donde este martes aún se estaba verificando el listado o la relación de la votación a nivel municipal.
Para colmo de males, añadió que miembros de los colegios electorales fueron sometidos a presiones y acosos por parte de los delegados de los partidos.
La pregunta obligada es ¿qué tipo de personal contrata la Junta que aparentemente carece de la capacidad para resistir con firmeza ante presiones y asedio de cualquier partido, sea de gobierno o de la oposición, para garantizar la transparencia del escrutinio?
Igualmente, se pudiera hacer la misma pregunta con respecto a los 3,200 técnicos que supuestamente renunciaron 12 horas antes de que abrieran los recintos electorales, provocando un caos en el Distrito Nacional, y las provincias de Santo Domingo y Santiago, las que cuentan con más votantes.
Dicho sea de paso, el miembro de la Junta, Eddy Olivares, nos confirmó este miércoles que no se enteró de dicha renuncia hasta después de que Rosario lo anunciara en una Rueda de Prensa. Nos preguntamos, ¿cómo una situación de tanta envergadura, no se le informó al pleno del órgano electoral?
Esto trae a colación los 31 millones de dólares gastados en estos equipos que, por lo menos en un 26 por ciento de los colegios electorales no pudieron ser utilizados por falta de técnicos, y en otros sencillamente no funcionaron. Ya diputados como Guadalupe Valdez proponen que el congreso interpele a Rosario para que dé las explicaciones correspondientes.
Finalmente no puedo dejar de mencionar la irresponsabilidad de los candidatos y sus partidos al declararse ganadores en algunas demarcaciones, en contiendas que están reñidas, cuando aún no ha terminado el conteo.
Los líderes deben dar ejemplo de civismo y fomentar la transparencia, no el desconcierto, jugando su rol de defender que haya resultados en consonancia con la voluntad expresada en las urnas, pero sin generar violencia ni sobresaltos.
La paz social tiene que ser preservada a toda costa como patrimonio de todos los dominicanos y no de un sector en particular. Los partidos y sus dirigentes deberían ser los primeros en entender y aplicar este supremo imperativo.