SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El país acaba de tener una grave decepción en cuanto a lo que será la credibilidad en la gestión del recientemente designado nuevo Procurador General de la República, Jean Rodríguez.
Este flamante magistrado, de quien se esperaba que actuara como Dios manda, con justicia y amplitud de miras, se ha estrenado con la selección de una prensa favorita, ya que ha excluido, de forma deliberada y abusiva, a los medios televisivos.
Con este comportamiento, a todas luces arbitrario y violatorio de la Constitución que garantiza a los medios libertad de acceso a todas las fuentes de información, el Procurador ha demostrado que tiene ideas excluyentes o que está pésimamente asesorado en cuanto a la forma de difundir los informes oficiales que son de interés público.
¿Cómo es posible que siendo un abogado, supuestamente conocedor de leyes, prerrogativas y derechos, haya incurrido en semejante atropello al sólo convocar a los periódicos y excluir a la televisión y medios digitales de una rueda de prensa donde confirmó que los restos encontrados en una finca corresponden a la desaparecida niña Carla Massiel?
Con esta insólita e inadmisible exclusión, el señor Jean Rodríguez se ha comportado como si la Procuraduría General de la República fuera una oficina privada o un bufete particular, con lo cual ha irrespetado la alta posición puesta a su cargo.
¿Qué garantía y respeto puede tener la ciudadanía en un funcionario que incurre en semejante acción si de ahora en adelante tendremos un Procurador que será sorprendentemente selectivo a la hora de informar lo que el país debe conocer a través de todos los medios y no de algunos?
Señor Procurador, usted no tiene derecho alguno a excluir medios y a hacer una encerrona con los que usted al parecer prefiere. ¿Es acaso que usted no se ha enterado que vivimos, a pesar de funcionarios de su talante, en un régimen de amplias libertades públicas, donde la odiosa restricción a la libertad de información no tiene ya cabida?