SANTO DOMINGO.- Mientras que el gobierno visitó recientemente la provincia Sánchez Ramírez para anunciar la construcción de una serie de obras que buscan desarrollar esa localidad, el vertedero a cielo abierto de Cotuí sigue siendo una de las principales problemáticas que enfrentan los munícipes, sumado a la falta de agua potable, pese a contar con la presa de Hatillo, considerada el mayor lago de agua dulce de todo el caribe.
Cubierto de una gran cortina de humo y en algunas partes todavía el fuego no se ha podido sofocar, así se encuentra una vez más el vertedero municipal de Cotuí, lo que ha afectado las operaciones de los recolectores de desechos.
La situación ha provocado afecciones de salud de los moradores que viven en zonas cercanas a este depósito de basura.
La falta de agua potable es otro dolor de cabeza para los munícipes de Cotuí, quienes dicen que llevan años arrastrando esta problemática, aunque el gobierno anunció la construcción de un acueducto múltiple en la provincia Sánchez Ramírez con una inversión de 60 millones de dólares.
La primera etapa del acueducto estaría lista en el primer trimestre del próximo año, según el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados.
Por otro lado está la exigencia de un grupo de campesinos que demandan el 5 por ciento de los recursos mineros a la Barrick Gold, que hurga en sus suelos en busca de oro.
Ser reubicados en otras zonas es lo que desde hace años piden moradores de unas seis comunidades ubicadas en los alrededores de la empresa multinacional, debido a la supuesta contaminación.
Ante los constantes reclamos de los comunitarios, la minera ha asegurado que sus operaciones están en total cumpliendo de las normas ambientales tanto nacionales como internacionales.