Bogotá.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, alertó este sábado que «entre más se hable de paz, más hay que elevar la guardia«, tras desplazarse hasta el municipio de Neiva, en el departamento del Huila (suroeste), donde el viernes fueron asesinados siete policías en una emboscada.
El mandatario detalló que se han llevado a cabo «varias reuniones tratando de aprender de los errores que se han cometido y de las circunstancias que está viviendo el país» y la primera decisión que tomaron la noche del viernes fue considerar como «zonas de conflicto» aquellos territorios que tenían ese calificativo antes de la firma del acuerdo de paz que el Estado colombiano suscribió con la extinta guerrilla de las FARC en 2016.
Petro se desplazó el viernes por la noche junto al ministro de Defensa, Iván Velásquez, el del Interior, Alfonso Prada, y el director general de la Policía, Henry Armando Sanabria Cely, hasta Neiva para instalar un puesto de mando unificado (PMU) tras la emboscada donde fueron asesinados 7 policías.
«Indudablemente pretenden expandir el conflicto armado ahora hacia ese tipo de territorios que fueron cuna de las FARC hace décadas pero que hoy se encuentran en paz», consideró el mandatario, que también criticó el «incumplimiento del Acuerdo de Paz por parte del Gobierno» por no lograr que la región «pueda prosperar como cualquier otra de las grandes regiones prósperas del país».
En este sentido, Petro se refirió a la historia de la región, donde se «desarrolló buena parte de la historia de las FARC» después de que llegara en 1948 Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo. «Con el acuerdo hecho en el Teatro Colón nunca más hubo un hecho de violencia en el territorio hasta el día de ayer», aseguró.
El mandatario explicó que «la población está alterada, en zozobra porque había construido la ilusión de la paz definitiva». En este sentido, recordó a la cúpula militar y policial que «entre más se hable de paz, más hay que elevar la guardia, más cuidado hay que tener desde el punto de vista del accionar militar.
Además, consideró que «no pueden haber auxiliares de Policía en las zonas de conflicto, hay que cuidar esa primera juventud», en relación a los tres auxiliares que murieron en el atentado del viernes, por lo que pidió al director de la Policía sacar de ese tipo de zonas a los auxiliares.
Por último, Petro también habló sobre la necesidad de mejorar tanto la infraestructura de las carreteras en la región, para desarrollar la conectividad, como las comunicaciones, ya que según indicó los agentes llevaban teléfono, pero no se podían comunicar.
«No estamos hablando de regiones marginadas, son marginadas por obra del Gobierno, pero geográficamente tienen un sentido», concluyó el presidente colombiano.
EL ATAQUE
El ataque, cuyos autores no han sido identificados, tuvo lugar en las afueras de San Luis, un caserío que hace parte de la zona rural de Neiva, la capital de Huila, según las autoridades. Este sábado, Petro sugirió que detrás del ataque podrían estar las disidencias de las FARC que tienen presencia en el territorio.
«Es este tipo de disidencias las que tienen que responder por estos hechos», indicó.
Al parecer, los policías iban de regreso a la comisaría a la que estaban adscritos tras una jornada de trabajo en el corregimiento de San Luis cuando fue activado un campo minado al paso de la camioneta en la que se transportaban.
Se trata del primer ataque contra la fuerza pública desde que Petro llegó al poder, cuando se paralizaron las ofensivas contra la fuerza pública mediante el llamado «plan pistola» impulsado principalmente por la banda criminal del Clan del Golfo.
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