NACIONES UNIDAS.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se estrenó este lunes en Naciones Unidas con la promesa de transformar la educación para ofrecer oportunidades a los jóvenes de las zonas afectadas por el conflicto y el narcotráfico, democratizar la cultura y convertir al país en una «sociedad del conocimiento».
Petro presidió una mesa redonda de líderes internacionales en el marco de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación que hoy celebra la ONU y subrayó la necesidad de actuar con medidas concretas para hacer frente a la actual «crisis mundial» educativa.
Para Colombia, el presidente planteó un plan basado en tres ejes: la educación como parte de su proyecto de paz total, la democratización de la cultura y la transformación del modelo productivo.
En el primer apartado, Petro señaló que es necesario multiplicar las oportunidades para los jóvenes de zonas desfavorecidas y permitirles «imaginar un futuro distinto» a la exclusión y violencia que han vivido hasta ahora.
Según dijo, su objetivo es construir universidades que se conviertan en «cimientos de la paz total».
Petro abogó también por proteger la diversidad cultural colombiana y por «democratizar la cultura», llevándola a todas las escuelas y colegios.
Por último, consideró que la educación debe ser la base de una «transformación productiva» que permita dejar atrás la dependencia del carbón y el petróleo y convertir a Colombia en una «sociedad del conocimiento».
Según explicó, con educación surgirán nuevos sectores y un nuevo modelo económico: «nuestro mayor activo será la creatividad y el ingenio de nuestro pueblo», señaló.
Petro argumentó que con la educación se puede cambiar «el poder desigual del mundo y de nuestras sociedades».
Junto a él intervinieron hoy en la cumbre de la ONU otros líderes latinoamericanos como el presidente de Perú, Pedro Castillo, quien insistió en el «potencial transformador de la educación».
Antiguo maestro rural, Castillo dijo conocer bien «las limitaciones y retos» que enfrenta la educación en zonas remotas y empobrecidas y dijo que su Gobierno apuesta por una educación inclusiva y con una gestión descentralizada.
El líder peruano recordó que la covid-19 ha ocasionado «una de las mayores crisis educativas en la historia» y subrayó la importancia de recuperar todo el aprendizaje perdido.
En ese sentido, destacó que su país ha logrado el regreso total de los alumnos de forma presencial y dijo que se está invirtiendo en capital humano para mejorar la calidad y llevando a cabo consultas para reformar los currículos y adaptarlos a la actualidad.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, habló por su parte de cómo las escuelas de su país dieron clase remota durante la pandemia y cómo se logró seguir dando comidas a 2,5 millones de estudiantes, la misma cantidad que antes de que golpeara el coronavirus, en lo que supone un ejemplo de éxito en el continente.
«La educación -afirmó Giammattei- es la mejor inversión a favor de las generaciones presentes y futuras, que permite promover una cultura de paz, inclusión, responsabilidad y preservación del medio ambiente».