Cali.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, comenzó este viernes su primera gira por suramérica en Colombia donde se reunió con su homólogo, Gustavo Petro, con quien conversó de las iniciativas de paz que hay en marcha en el país y sobre el cambio de paradigma mundial con las drogas.
López Obrador llegó a la ciudad colombiana de Cali acompañado de la canciller, Alicia Bárcena, y el ministro de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, en apenas su sexto viaje al exterior en sus casi cinco años de mandato, en los que solo ha visitado Estados Unidos (cuatro veces) y Centroamérica y Cuba.
«Me da mucho gusto estar aquí en Cali, en Colombia. Vengo a saludar fraternalmente al presidente (Gustavo Petro)», dijo escuetamente a los medios López Obrador al llegar al Centro de Eventos Valle del Pacífico, en la vecina localidad de Yumbo, al norte de Cali.
Allí, López Obrador se reunió a puerta cerrada con Petro, quien fue inusualmente puntual y con quien abordó el tema central que le trae al país: las drogas. De hecho ambos clausurarán mañana la Conferencia Latinoamericana y del Caribe de Drogas, donde recibirán las conclusiones de dos días de reuniones técnicas y paneles temáticos sobre la problemática mundial y los nuevos enfoques para renovar la «fallida» guerra contra las drogas.
Esta conferencia es un «punto de partida» para una verdadera cumbre donde mandatarios de todo el mundo construyan una nueva política de drogas para hacer frente a realidades como las adicciones y muertes por sobredosis, el narcotráfico o incluso los enfoques ancestrales y tradicionales de algunas plantas como la hoja de coca.
Ambos trataron en su encuentro bilateral este tema para buscar puntos en común en un asunto en el que López Obrador, en principio, tiene una visión más conservadora, mientras que Petro busca liderar una nueva conversación y mañana presentará el plan nacional de su gobierno, que no incluye despenalización de ninguna sustancia, pero sí un enfoque menos punitivo.
PAZ TOTAL E INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
Además de este tema central, durante la reunión bilateral los dos jefes de Estado también abordaron el proceso de paz total de Colombia, según informó la Cancillería mexicana.
México acogió la segunda ronda de diálogos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a principios de año, y Colombia le ha invitado a que vuelva a acoger un nuevo ciclo, después de que esta semana se cerrase el cuarto en Caracas.
A pesar de que comparten muchos puntos de vista, estos dos líderes de izquierda latinoamericanos también difieren en puntos de la paz, ya que mientras Petro quiere conversar y negociar con todo el mundo, incluidas bandas narcotraficantes, López Obrador se ha cerrado a hablar de sometimiento a la justicia en este tipo de delitos.
«Nosotros llevamos muy buenas relaciones con ellos, pero son circunstancias distintas, él lo sabe (…). No se pueden extrapolar experiencias», dijo el mandatario mexicano en marzo.
Precisamente la integración latinoamericana es otro de los puntos de la agenda del encuentro que para México pasa por «el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y nuevos mecanismos, bajo un enfoque de políticas de impacto real y perceptible en la vida de las personas, que promueva la inclusión y la prosperidad con una visión latinoamericana y caribeña».
Tras una cena conjunta, ambos mandatarios se volverán a encontrar mañana en el cierre de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas donde, además de las palabras de cierre, darán una declaración conjunta a los medios.
Después de eso, ambos viajarán, por separado, a Chile, a reunirse con otro de los ejes de la izquierda latinoamericana actual, Gabriel Boric, y acompañar las conmemoraciones por los 50 años del golpe de Estado de Augusto Pinochet contra Salvador Allende que se darán el próximo lunes 11 de septiembre.
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