El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Jaime David Fernández Mirabal, sostiene que quien se mete a la fuerza en terrenos ajenos (privados o del Estado), a la fuerza debe ser sacado.
Mucha gente en este país favorece esa sentencia emitida por el funcionario-ex Vicepresidente como respuesta a las críticas mediáticas que a ratos le formulan tras actuaciones represivas de su institución en contra de invasores de predios estatales.
Lo único que esas acciones parecen ser selectivas. Si no, recordar a la vital Bahía de las Águilas y todo su entorno, víctima del mayor fraude inmobiliario de la historia dominicana. El gran robo ha sido tan chapucero que en Pedernales los chistes al respecto brotan en cualquier conversación callejera. Como aquel que narra que la compra-venta se hizo desde un helicóptero e incluye hasta los bancos del parque central con ciudadanos incluidos.
Mas este bochornoso caso, para las autoridades murió con la muerte de Picky Lora hace poco más de una década.
Ella, como abogada del Estado, documentó el latrocinio sin par y, a través de sus hijas, antes de fallecer puso el affaire en manos del Presidente Leonel Fernández el 24 de abril de 1999. En el 2000 llegó a la Presidencia Hipólito Mejía. Y en 2004 volvió Leonel, quien siguió de largo y termina su gestión en agosto de 2012.
Altísima condescendencia oficialista es lo único que he visto desde aquel destape ominoso. Las autoridades solo cacarean que el desarrollo turístico de la provincia no arranca porque la Corte Suprema no se ha pronunciado sobre la litis por tales terrenos.
Reconozco que esta bulla discursiva ha sido un excelente suero adormecedor para atontar a los ignorantes y escabullir la verdad. A mí, en cambio, me aviva y me hace pensar en que voluntad no ha habido –ni hay– para recuperar las tierras del Estado ni desarrollar aquella comunidad del suroeste fronterizo porque la madeja de turpenes metidos ahí es tan inextricable que causa horror a primera vista. Es una verdadera mafia que incluye funcionarios locales y nacionales de los gobiernos de Balaguer, Leonel e Hipólito, legisladores, empresarios, abogados, periodistas….
Nunca había visto tanto legalismo desde el Estado frente a acciones harto fraudulentas en contra de nuestro patrimonio. Ni pueblo, como el mío, tan conformista y creyente en la mentira que enarbolan los “vivos”.
Los ladrones locales y nacionales no son sin embargo eternos. Un despertar popular habrá, no importa los cargos que ocupen ni el dinero acumulado a costa del empobrecimiento de la provincia. Picky Lora sembró allí una semilla de rebeldía que germinará en cualquier momento pese a la sequía de dolientes. Esa huella es, para los pedernalenses, tan imperecedera como el Centro de Protección y Vigilancia del Parque Nacional que en su honor ha inaugurado el 26 de abril por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Monción de Santiago Rodríguez.
Aunque santiaguera, a ella la asumo como un monumento nuestro.
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