REDACCIÓN.- Ante la agudización de la crisis económica, política y social que vive Haití, el presidente del Frente Cívico y Social, Isaías Ramos llamó la atención a las autoridades dominicanas a estar preparadas ante cualquier amenaza de parte de las bandas que hoy controlan el territorio del vecino país.
“Este es el momento para que nuestras fuerzas armadas sean equipadas y entrenadas sin dilación para que se preparen ante cualquier escenario. Se deben realizar ejercicios y maniobras conjuntas de todos los cuerpos castrenses y así disuadir cualquier intención que exista del otro lado de la frontera”, señaló.
El presidente del movimiento llamó al Gobierno trabajar aceleradamente en la terminación del muro que divide a ambas naciones, como forma de frenar la emigración haitiana a territorio dominicano.
“Se debe declarar la terminación de la verja perimetral como una urgencia nacional. La cancillería debe preparar a un cuerpo diplomático de seguimiento a la crisis haitiana para que esté preparado ante cualquier evento y el pueblo dominicano debe unirse en una sola voz y un solo propósito, listos para liberarnos de los intrusos, defender nuestras fronteras y exigir el cumplimiento de la ley”, indicó.
Isaías Ramos manifestó su preocupación por el creciente tráfico de armas de alto calibre hacia Haití, lo que debería llamar aún más la atención de las autoridades dominicanas.
“Recientemente hemos visto las declaraciones y preocupaciones de las tres grandes potencias mundiales, sobre el enorme tráfico de armas de altos calibres, con destino a los grupos de bandas delincuenciales en Haití. Esta situación debería de poner en alerta y preparación máxima al gobierno y pueblo dominicano. Lo que se avecina no es fácil y debemos estar preparados”, sostuvo.
El presidente del FCS, sostuvo además que República Dominicana debe observar ejemplos de otros países que han tenido la misma situación que hoy atraviesa Haití.
“Es importante aprender del fracaso de otros como la experiencia del Líbano, donde casi dos millones de sirios están en campamentos como refugiados debido a una clase política que demostró incapacidad para gestionar a favor de los intereses nacionales. Estos se dejaron llevar de cantos de sirena de organismos internacionales y países que les ofrecieron villas y castillos con promesas que se han quedado en el aire.