Piden perdón por agresión de cubano a agente de Digesett

SANTO DOMINGO.- La comunidad cubana en República Dominicana pidió perdón por la conducta que tuvo su compatriota Julio César Llorente López al agredir a un agente de la Dirección General de Tránsito Terrestre (Digesett) cuando lo fiscalizaba.

Los representantes de la comunidad cubana que hace vida en la República Dominicana y en otras partes del mundo unieron su petición y manifestaron su sentir por lo ocurrido con Llorente, quien cumple medida de coerción en la cárcel de Najayo.

Asimimo, aseguran que velarán por los derechos fundamentes del mismo dentro del recinto penitenciario en el que se encuentra.

«Ante los acontecimientos que se han suscitado con relación al cubano Julio César Llorente y la grave indisciplina cometida por él al agredir a un oficial de la Digesett RD en la vía pública, la comunidad cubana en República Dominicana condenamos dicho acto, reconocemos dicha falta y pedimos perdón en nombre de toda la comunidad cubana en República Dominicana…», cita el comunicado.

El colectivo reconoció la falta cometida, pero entiende que el imputado merecía una medida de coerción menos gravosa tras el arrepentimiento expresado por éste.

Señaló que la justicia dominicana cuenta con otras sanciones para el tipo de infracción que cometió Llorente López y propuso que, en vez de tres meses de prisión preventiva, se revoque esa medida por arresto domiciliario, colocación de grillete electrónico, pago de indemnización al oficial agredido y a la institución policial y disculpa pública.

Comunicado íntegro publicado en Facebook por cubanos residentes:

“Ante los acontecimientos que se han suscitado con relación al cubano Julio César Llorente y la grave indisciplina cometida por él al agredir a un oficial de la Digesett RD en la vía pública, la comunidad cubana en República Dominicana condena dicho acto, reconoce dicha falta y pide PERDÓN en nombre de toda la comunidad cubana en República Dominicana.

“A los cubanos nos unen lazos de hermandad con el pueblo dominicano desde siglos pasados, desde Martí, Máximo Gómez y otros patriotas más.

“Hoy, muchos cubanos ostentan la ciudadanía dominicana, han jurado por su bandera, así como defender al país como hijos, han formado familias entre las dos nacionalidades y han trabajado por un país más próspero, porque se sienten hijos de la tierra de Duarte, Sánchez y Mella.

“Ante el arrepentimiento manifestado por Julio César Llorente y su familia ante la sociedad dominicana, la comunidad cubana, que por primera vez se ve envuelta en una situación que ha desatado diferentes opiniones negativas en redes sociales y prensa nacional, convirtiéndola en show mediático, hacemos de conocimiento público que la vida de Julio César Llorente López, de ser trasladado a la cárcel de Najayo, corre grave peligro.

“Ya fue agredido física y psicológicamente en el destacamento de Villa Agrícolas, y luego asediado y vituperado por su error en redes sociales, con mensajes de odio y nacionalismo mal entendido.

“Se le impuso cumplir una sanción preventiva de 3 meses, lo cual nos parece exagerado, tomando en cuenta que existen otras sanciones que aplican para este tipo de faltas, y por eso pedimos sea revocada la misma por una pena menor.

“Sugerimos que, para garantizar que el señor Julio César no intenté escaparse del país, como se ha insinuado en algunos medios, se le coloque un grillete electrónico, así como se ha hecho en otros casos mucho más graves que este, cumplir con arresto domiciliario y pago de indemnización al oficial agredido y a la institución policial, con una disculpa pública.

“Todos los seres humanos nos equivocamos, un momento de ira nos lleva a cometer errores de los que luego aprendemos y nos llevan a ser mejores personas.

“Julio César Llorente merece hoy una segunda oportunidad para continuar aportando a esta sociedad, como lo ha venido haciendo durante los 10 años que tiene viviendo y trabajando honradamente aquí.

“Si nuestro Señor Jesucristo perdonó a sus enemigos, República Dominicana y sus autoridades también pueden practicar el PERDÓN.