Redacción.- «Piñera era un buen piloto, yo nunca escuché a nadie que dijera lo contrario», comenta a EFE Enrique Evans, un abogado cercano a las dos veces presidente de Chile, quien ayer murió cuando el helicóptero que manejaba se hundió en las aguas del Lago Ranco, a 800 kilómetros al sur de Santiago.
Hace diez años, el propio Evans sufrió un accidente con su ultraligero Challenger, un aparato que no sobrepasa los 160 kilos y que se estrelló cerca de Villarrica, a unos 200 kilómetros al norte de donde se produjo el siniestro en el que este martes murió Piñera y se salvaron las otras tres personas que viajaban con él, entre ellas, su hermana Magdalena.
«Yo tuve oportunidad de conocer al expresidnete en distintas facetas. Era una persona que no dejaba indiferente a nadie», recuerda Evans, quien desde hace años conduce el programa «Historias del Futuro», en radio El Conquistador, donde habla de los grandes desafíos de Chile en un mundo global.
El 13 de febrero de 2014, día del accidente con su ultraligero, Evans estaba siendo trasladado en ambulancia desde el hospital de Villarrica a la Clínica Alemana de Temuco, la capital de la Araucanía, para someterse a una revisión con escáner. De repente, sonó su celular: «¡Aló! ¡Habla El Jefe!», le dijo Piñera haciendo gala de su peculiar sentido del humor.
«¿Cómo se te ocurre salir a volar con ‘puelche’, weon?», le abroncó cariñosamente. En efecto, ese día soplaba ese viento cálido, generalmente fuerte y muchas veces impredecible que tan bien conocen los pobladores del sur de Chile que viven en zonas próximas a los lagos.
«El cataviento de la pista tenía quince grados menos que ayer y yo salí a volar ayer con ese viento», se excusó como pudo el maltrecho periodista aficionado a los ultraligeros.
«Cada vez que tenía una conversación con él (sobre el accidente), salía a flote el debate y la ironía recíproca. Yo sentía como si estuviera rindiendo un examen; tenía que estar bien atento», cuenta Evans a EFE.
Al enterarse del accidente del abogado, Piñera había llamado a la Dirección de Aeronáutica, donde le habían contado que su amigo no había orientado el morro de la avioneta contra el viento.
«¡O sea, sabía más que yo!», relata Evans, quien aún a día de hoy no recuerda los momentos previos al accidente. «Los neurólogos dicen que cuando uno vive una situación de shock muy grande borra los momentos previos», explica.
«O sea, el presidente de la República estaba llamando a un tipo que se había caído en una avioneta allá en el sur y además se había comunicado con la Dirección de Aeronáutica, donde le dijeron que no había muerto», rememora Evans y agrega: «Era un personaje especial».
Como piloto, «Sebastián Piñera era muy riguroso, muy cuidadoso, algo que me cuadra más con su manera de ser», comenta.
Aunque las condiciones meteorológicas de ayer en la zona del lago Ranco eran desfavorables, no había viento, solo una lluvia intensa, pero el cambio climático también se ha dejado sentir en esa zona del sur de Chile.
«Quince o veinte años atrás uno podía llegar un 12 de enero y pasarse cinco o diez días seguidos con lluvia todo el día y toda la noche. Ahora, cuando aparece despejado, la probabilidad de que esté así todo el día es mucho mayor que antes».
El hecho de que el cuerpo del expresidente haya sido hallado fuera del helicóptero, cuenta el abogado, quizás se deba a que hasta el último momento estuvo luchando para salir a la superficie del lago.
«Ojalá que haya perdido el conocimiento antes, para que no haya sufrido», comenta emocionado.