El decidido apoyo del vicepresidente Rafael Alburquerque, al pre candidato peledeista Danilo Medina, es un punto a favor de éste, en su camino para coronarse como candidato oficial del partido morado. Para Danilo, no sólo será cuestión de ganar la simpatía de las bases moradas, sino que la maltrecha imagen que tiene el gobierno actual frente a la población, puede incidir de manera negativa para que millones de dominicanos sientan temor a votarle para no seguir en el calvario de corrupción, aniquilamiento y pobreza en el que vivimos.
De hecho, a pesar de que el Presidente Fernández, según él, no va a presentarse en los próximos comicios presidenciales, esta es la hora en que todavía no ha dado su brazo a torcer a favor de ninguno de sus compañeros de partido que luchan como fieras para contar con su apoyo. Fernández, en su fuero interno, y digno hijo de Maquiavelo, quiso escudarse detrás de Margarita, su esposa. Cuando comencé a observar que grupúsculos fanatizados lanzaban consignas a favor de esta señora, sólo atiné a pensar, que estamos locos! Sólo faltaron días para que estas personas, y Fernández, se dieran cuenta de que postular a Margarita no es la solución a los males de este país, y mucho menos para perpetuarlos a ellos en el poder. No por el hecho de ser mujer, al contrario, sino más bien, porque seguiríamos rodando en el mismo círculo vicioso en el que estamos desde hace varios años.
Danilo, tiene un fuerte trabajo de convencimiento a la población dominicana, que está hastiada del PLD. Un partido que parece que tiene como objetivo prioritario incrementar su incompetencia para enfrentar: la inflación, la ola de delincuencia, el narcotráfico y el no cumplimiento de las leyes que nos atañe a todos.
Y como dijo un amigo, referente a mi último artículo sobre la «Vergüenza» de que Hipólito Mejía, siga vigente en la línea política y haciendo alusión al PLD: Verguenza, es nombrar medio Partido Reformista. Vergüenza, es repartirse las becas que el Presidente gestiona en universidades extranjeras para mandar a los hijos del Comité Político. Vergüenza, es cuando el narcotráfico se destapa y camina hasta en los pasillos del Palacio. Vergüenza, es tener en el gobierno a los trepadores reformistas que han carcomido hasta los muebles de caoba de la sede presidencial. Verguenza, es que el pueblo pague los abusos del gobierno con la subida de los combustibles, la negación a un mejor presupuesto a la educación. Vergüenza, es que el Ejecutivo imponga su influencia para que la Cámara de Cuentas y el Congreso estén a su favor. Vergüenza, es que en pleno siglo XXI tengamos un gobierno tan corrupto, que aunque enseñe obras majestuosas en la Capital, ha sido mucha la corrupción en el manejo de esos fondos.
Según, el propio Danilo, «a los gobiernos del compañero Leonel les tocó crear riquezas, muchas riquezas; a partir de 2012, cuando sea presidente, me tocará a mi avanzar, crear bienestar». Esto lo dijo en Noviembre del año pasado. Y su slogan de precampaña es «Gobernar para el bienestar de todos». Lo único que yo le recomiendo a Danilo, es que no prometa tantas cosas ahora, sino que trate de «lavar» la mala imagen que tiene el gobierno de su partido en estos momentos, y que puede jugarle una mala pasada en sus aspiraciones.
En mi próximo artículo hablaré de Guillermo Moreno, un profesional serio, de momento, sin manchas y con deseos de renovar la prostituida clase política dominicana. Me gusta este hombre…y me siento contenta con que haya sangre nueva en la boleta electoral, aunque muchos dominicanos sigan apostando a los mismos alcornoques.
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