PLD: machismo vergonzante

Las excusas abundan, comenzando por decir que no hay mujeres capacitadas para ocupar las altas posiciones públicas. Pero el contra argumento es sencillo y se postula así: ¿no hay mujeres ni siquiera para hacer el trabajo mediocre que hacen muchos hombres?

Que elevaran ocho personas del comité central al comité político del PLD la semana pasada y no hubiera ni una mujer refleja la discriminación rampante contra las mujeres en ese partido. Que las mujeres representen solo el 17% de los integrantes del comité político es confirmación de esa discriminación.

El machismo no es exclusividad del PLD, ¡cierto!; es extensivo a toda la sociedad dominicana y mundial. Los hombres mandan en casi todas las esferas, incluso en el hogar donde aportan básicamente dinero (y no siempre).

Pero en el PLD el machismo es vergonzante y reiterativo.

Leonel Fernández terminó yéndose del partido sin querer apoyar a su esposa Margarita Cedeño, que explícitamente dijo que aspiraba a ser candidata presidencial y marcaba mejor en las encuestas que incluso el propio Leonel.

Danilo Medina no nombra mujeres ni por asomo; cada vez que se presenta una vacante en su gabinete o en el partido vuelve a la carga con más hombres.

De un gabinete de 23 ministerios con cartera, solo hay tres ministras: de la juventud, educación superior y de la mujer. Y dos de esos ministerios son los de menor presupuesto: de la mujer y juventud. O sea, no solo no nombran mujeres, sino que las pocas que nombran las colocan donde menos dinero hay.

Durante casi 20 años de gobiernos del PLD, en el mejor de los casos, ha habido cuatro ministras. O sea, las mujeres, por decisión de Leonel Fernández o Danilo Medina han estado muy subrepresentadas en el gabinete ministerial. Y estos nombramientos dependen exclusivamente de la decisión del presidente.

En este momento, la República Dominicana ocupa el segundo lugar más bajo en América Latina en representación de las mujeres en el gabinete ministerial con solo 14%.

En los puestos de elección popular la representación de las mujeres es también patética. En el Senado hay solo 3 mujeres de 32 senadores; en los 158 municipios hay solo 12% de alcaldesas. En las diputaciones y regidurías hay más porque se estableció la cuota para esas instancias, pero, aun así, la representación de las mujeres es baja: 28% en la Cámara de Diputados y 33% en las regidurías.

Esa baja representación política ocurre a pesar de que las mujeres son más del 50% de la población dominicana y del padrón electoral, y votan más que los hombres. Y a pesar de que la Constitución habla de igualdad.

Las excusas abundan, comenzando por decir que no hay mujeres capacitadas para ocupar las altas posiciones públicas. Pero el contra argumento es sencillo y se postula así: ¿no hay mujeres ni siquiera para hacer el trabajo mediocre que hacen muchos hombres?

No se hagan los tontos ni chivos locos, hombres del PLD; ustedes son unos machistas. Y no le pega ni a Reinaldo Pared ni a Temístocles Montás declarar a posteriori que fue un error no haber llevado mujeres al comité político; estaban en la reunión y dirigen el partido. Tampoco puede hacerse el chivo loco Danilo Medina que se quema quemadito en el nombramiento de mujeres.

En los países donde ha habido progreso en la incorporación de las mujeres a la política, los partidos y sus líderes hombres han decidido reconocer que las mujeres tienen derecho a la igualdad, que la igualdad es importante para el desarrollo de una sociedad, y que las mujeres necesitan apoyo de los hombres porque con la historia de discriminación es difícil avanzar por sí solas.

¿Dónde están los hombres políticos solidarios de este país?