Policías en labores particulares

SANTO DOMINGO,República Dominicana.- Las críticas de que políticos, empresarios y generales retirados tengan decenas de policías asignados para labores particulares no es nada nuevo.

Durante años hemos escuchado como los policías empujan carritos del súper, cargan mochilas de estudiantes en colegios privados, o pasean un perro por cualquier sector.

En varias ocasiones, el ministerio de Interior y Policía y jefaturas de la Policía han ordenado la recuperación de policías asignados a estas labores privadas, por la cual cualquier persona común y corriente tiene que pagar, pero que algunos privilegiados utilizan gratuitamente y en detrimento de las labores policiales que tanto necesitamos.

Me pregunto ¿por qué es tan difícil la recuperación de estos miembros de la institución del orden? ¿Hay una real voluntad para acabar con esta práctica o es algo que se hace de vez en cuando, para calmar los ánimos, para apaciguar las críticas y luego volvemos al mismo punto donde empezamos? ¿Por qué es tan difícil la Reforma Policial? Creo, y no temo equivocarme, que hay un consenso de lo que está bien y lo que está mal, de lo que funciona y no funciona, de lo que hay que corregir, eliminar o sencillamente prohibir rotundamente.

Obviamente, todos tendríamos que hablar con el ejemplo, todos tendríamos que poner nuestra cuota de sacrificio, no solo los empresarios, sino los políticos y generales retirados que en ocasiones parecen tener un batallón bajo su mando.

No hacen falta debates largos y tendidos para un tema que parece manido. Sabemos que los policías ganan sueldos pírricos, sabemos que no tienen los equipos adecuados, estamos conscientes de que no está bien entrenados. La pregunta es ¿por qué no se toman las acciones necesarias de una vez por todas para dar el salto cuantitativo que necesitamos?

Ahora, lo que falta por establecer es si se pasará de las palabras a los hechos y a las acciones concretas o si asistimos a otro capítulo de un debate inútil y manido que tiene que ser más amplio y trascendente.