Redacción internacional.- La decisión de Íñigo Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso, de abandonar la política institucional ha sacudido el escenario nacional, sobre todo tras su admisión de una adicción al sexo y el compromiso de someterse a tratamiento. En una carta publicada en la red social ‘X’, Errejón, de 40 años, explicó que atraviesa un proceso personal de recuperación y que se encuentra en terapia para tratar su adicción a conductas sexuales compulsivas y otras sustancias.
Errejón compartió que esta dependencia afecta de manera significativa su bienestar emocional y vida diaria. La adicción al sexo, o hipersexualidad, según explican especialistas del InstitutoRet, es una adicción conductual caracterizada por una necesidad compulsiva de participar en conductas sexuales, pensamiento obsesivo en torno al sexo y una pérdida de control sobre los impulsos sexuales. La terapia a la que se ha sometido durante los últimos meses abarca tanto la psicoterapia como el uso de medicación y grupos de apoyo, estrategias habituales para abordar este trastorno y sus efectos psicosociales, que incluyen problemas en las relaciones y dificultades económicas.
Además de la terapia individual, los tratamientos para la adicción sexual suelen incluir terapia cognitivo-conductual, grupos de autoayuda y, en algunos casos, terapia de pareja. Los expertos también señalan que el uso de medicamentos como inhibidores de la recaptación de serotonina y antiandrógenos puede ayudar a reducir la compulsión sexual en algunos pacientes.
La renuncia de Errejón ocurre en un momento delicado, ya que en las últimas semanas han surgido acusaciones de violencia de género y acoso sexual en su contra, lo que añade complejidad a su proceso de recuperación. Sin embargo, el exdiputado ha manifestado su firme intención de centrarse en su bienestar personal y en superar esta adicción, una condición que, según los expertos, afecta a un número creciente de personas en la sociedad actual y que requiere apoyo integral para superarse.