REDACCIÓN.- Las autoridades pusieron este jueves fin a las tareas de búsqueda de supervivientes en la mina de oro de Mali que sufrió un derrumbe el pasado viernes, en el que murieron sepultadas al menos 70 personas.
Una delegación encabezada por el gobernador de la región llegó este jueves a la mina accidentada, situada cerca de la aldea de Kobada, a unos 250 kilómetros al sur de Bamako, que estaba cerrada pero explotaban mineros de forma irregular.
Según un miembro de la delegación consultado por EFE, ya no se realizan labores de búsqueda de supervivientes y la zona está acordonada, con reforzadas medidas de seguridad, y en un contexto de «gran luto».
El balance de víctimas que maneja la delegación es de entre 75 y 80 muertos.
Contactado por teléfono, un cargo electo municipal, Boua Haïdara, afirmó que dentro de unos días se celebrará una reunión sobre la minería en la provincia de Kangaba, donde ocurrió el accidente, para implementar una política más segura y detectar las deficiencias.
Esta cuenca minera está siendo explotada por la empresa australiana Toubani Resources, una compañía que dijo a EFE no estar al tanto de la existencia de una actividad ilegal de extracción en esa mina en concreto.
Según indicaron fuentes de la empresa a EFE, el incidente ocurrió en «una parte remota» del lugar donde la compañía dispone de la licencia de explotación.
El colapso de la mina se produjo cuando mineros artesanales aprovecharon el anochecer para entrar en una galería que estaba cerrada por motivos de seguridad.
Para extraer el oro, estos mineros usan explosivos, así como ácidos y cianuro, y no aseguran los túneles de manera fiable, con lo que este tipo de derrumbes ocurre con cierta frecuencia.
Mali es uno de los países con más reservas de oro del mundo y en ocasiones se explota de forma irregular y sin control.
La única comunicación oficial que ha habido hasta el momento del suceso es un comunicado del Ministerio de Minas, en el que se informa de varias muertes (sin precisar) y cuyo titular, Soussourou Dembele, expresa sus condolencias a las familias de los fallecidos.
A falta de datos oficiales, fuentes locales informaron a EFE de que entre los fallecidos hay ciudadanos malienses, pero también extranjeros, sobre todo de Guinea Bissau, cuya frontera se encuentra muy próxima a la mina.