I.- Pluralidad de actores para liberar al país
1.- Históricamente, está comprobado que ningún proceso de cambios estructurales, ocurre químicamente puro, es decir, sin la intervención de clases diferentes.
2.- La pureza no se da en la lucha por la liberación nacional. Es imposible excluir; lo que manda la brega liberadora es sumar fuerzas motrices que hagan de dinamo, de generadoras para transformar.
3.- Para alcanzar los fines perseguidos, de sacar a los oprimidos de su situación de opresión, la política inteligente indica atraer, mediante el convencimiento, a todos aquellos sectores económicos y políticos dispuestos a levantarse contra las injusticias.
4.- En el curso de las distintas fases que transcurre el desarrollo de la marcha en procura del triunfo, se van definiendo las aspiraciones de los actores que sinceramente aspiran a cambios sociales, y las de aquellos que solo están interesados en beneficios personales.
5.- Cada quien, dependiendo de sus intereses y convicciones, decide hasta qué etapa llega en la contienda política y social. Unos comienzan y llegan hasta el final; algunos a la mitad, y otros se arrepienten y no despegan. Entre el que inicia y termina está el que queda excluido.
6.- Lo importante es no descartar a nadie. En la batalla para sacar al país del atraso y la dependencia caben, sin restricción de ninguna clase, todas las dominicanas y dominicanos dispuestos a contribuir para comenzar a sentar las bases para construir una sociedad basada en el progreso social.
7.- En lo adelante explicaremos la razón por la cual hemos hecho la introducción de los 6 párrafos anteriores. He aquí la motivación de los puntos ya citados.
8.- Hace unos días, un amigo nos dijo que estaba observando incoherencia ideológica en los escritos que habíamos hecho refiriéndome a la burguesía nacional y a la labor del Episcopado Dominicano, durante su accionar en el país por espacio de 60 años. `
9.- A nuestro paisano le prometimos que escribiríamos explicando el sentido y alcance del criterio que tenemos de la burguesía a la que nos referimos, y al trabajo llevado a cabo por los obispos alrededor de las comunidades dominicanas, donde hacen labor pastoral en el seno de nuestro pueblo. Veamos
10.- En el curso de la presentación que hicimos el día 9 de septiembre 2022, del libro de nuestra autoría “ Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, dijimos: Quiero dar constancia de que este libro ha sido patrocinado por gentileza de CECOMSA, y la disposición de sus ejecutivos, los cuales deben ser imitados por todos aquellos capitalistas del país, que han hecho su patrimonio económico mediante prácticas normales del capitalismo, pensando como burgueses nacionales y no simplemente como ricos.
II.- Con respecto a la burguesía nacional
11.- Tenemos la creencia de que en nuestro país hay una gran cantidad de personas físicas que son ricas en dinero, pero no tienen costumbres burguesas, ni mucho menos actúan como formando parte de la burguesía nacional. Se contentan con gozar sus recursos económicos y nada más.
12.- La mujer o el hombre que acciona como de la burguesía nacional, es un ser humano laborioso, emprendedor, crea empresas y, lo más importante, defiende su centro de operaciones, su mercado nacional frente a los intereses monopolistas extranjeros.
13.- El burgués con sentir nacional, está llamado a transitar un amplio espacio en la lucha del pueblo, por romper las cadenas que nos atan al imperio, y traban el desarrollo independiente de nuestro país.
14.- Ojalá llegue pronto el día, cuando aquí esté al frente de los destinos nacionales un gobierno de amplia coalición democrática, en el cual estén integradas las fuerzas políticas y sociales que luchan por la independencia, la soberanía y el desarrollo del país, con la presencia de la burguesía nacional.
15.- No hay duda de que vamos a salir adelante cuando podamos contar con un gobierno en el cual participen los trabajadores del campo y la ciudad; pequeños y medianos miembros de la burguesía; la burguesía nacional; intelectuales, profesionales, en fin, todas las clases y capas sociales interesadas en sacar al pueblo de la pobreza, el dominio extranjero y la opresión material y espiritual.
III.- Trabajo unido con los religiosos
16.- Cualquier movimiento de contenido popular y democrático que se lleve a cabo en la República Dominicana, necesariamente debe contar con los grupos religiosos, y en especial con la Iglesia Católica, y en ella particularmente con los curas y seglares. Poco importa el lugar que ocupen en el seno de su organización religiosa.
17.- Es cuestión de que la cúpula y la base de la Iglesia Católica, se integren al proceso democrático. Si hacen honor al cristianismo de los pobres, de seguro que estarán ahí, codo a codo con los que en nuestro país son los más, el pueblo que come a veces.
18.- En cualquier espacio donde los miembros de la Iglesia Católica, estén dispuestos a empujar para hacerle la vida menos pesada a nuestro pueblo, hay que ser su aliado, hacerle compañía hasta el final, sin ninguna clase de regateo. No hay razón para esquivar la solidaridad por las mejores causas.
19.- Hay que partir de la idea de que en el mundo terrenal hay tareas que se pueden hacer en común con los practicantes religiosos, los obispos y los padres de las parroquias. Primero, juntos en la tierra, y luego, en el cielo, cada quien irá a donde merece estar, en la gloria o en el infierno.
20.- La situación de miseria que padece la gran mayoría del pueblo dominicano, no es para estarse marginando de la lucha social, ni haciendo el papel de cedazo ideológico. El drama humano dominicano motiva unidad para labores prácticas, por encima del apego ideológico.
Ideas finales
21.- La cuestión es sencilla. En el órgano para empujar por la lucha de los pobres, caben todas y todos, sin que a nadie se le pregunte su convicción religiosa. Esto es algo privado de cada quien.
22.- Todo sector de la burguesía nacional, que desee luchar al lado de su pueblo, tiene un espacio.
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