Por amor al arte

La ayuda que se le había prometido por parte del Ministerio de Cultura no se le está siendo suministrada, por lo que con un grupo de amigos hemos decidido unirnos para ayudarlos

En días pasados tuve la oportunidad de visitar La Escuela de Artes y Humanidades Luis Terror Diaz en Bonao. Fue impresionante ver el potencial de esos pequeños niños con grandes sueños de convertirse en artistas plásticos, bailarines y escultores.

Fue lamentable ver como el encargado de la escuela, el señor Oscar con lágrimas en los ojos me contaba como algunos de los niños eran víctimas de acoso sexual cuando tenían que ir al rio en la mañana a bañarse.

Uno pensaría que un país bendecido por Dios y en el mismo trayecto del sol no tendría personas capaces de tanta crueldad, pero lamentablemente ese es el ejemplo que se da cuando se vive en la cultura del subdesarrollo y del abuso de poder.

Qué capacidad tendría un niño de defenderse ante un opresor mucho mayor y con más fuerza que el?

No solo los niños sufrían del riesgo de ser acosados por desconocidos, sino que los mismos padres han creado la costumbre de tomar los útiles escolares de sus hijos y revenderlos para comprar drogas.

Esto es lo que resulta más preocupante, que los padres prioricen el consumo de sustancias ilícitas por encima de la educación de sus hijos.

Estos niños son los que ven sus sueños marchitados por seguir el ejemplo de padres perversos, quienes probablmente no recibieron educación sexual siendo jóvenes y no están atentos al desenvolvimiento en la sociedad de esos jóvenes en busca de un refugio y en muchos casos, de amor.

La ayuda que se le había prometido por parte del Ministerio de Cultura no se le está siendo suministrada, por lo que con un grupo de amigos hemos decidido unirnos para ayudarlos.

No solo les falta un hogar y ver que habemos personas que si valoramos el talento joven del ámbito artístico sin intereses políticos, sinó que verdaderamente queremos verlos triunfar.

Actualmente están en busca de un terreno y de materiales de construcción porque no pueden seguir en la pequeña casa donde desempeñan sus actividades. Vale la pena ir, conocerlos, hablar con ellos y aprender que la felicidad está en la simplicidad y muy alejada de los lujos y bienes materiales.

Recomendación de la Semana: Visitar el Museo de Cándido Bidó cuando vayan a conocer la escuelita.