Por conciencia

Sin cometer atropellos ni vulnerar principios y derechos básicos que consagran la Constitución y las leyes, salvo aquellos que pueden ser restringidos en períodos de emergencia nacional como el que atravesamos en este momento, las autoridades tienen que aplicar de forma estricta todas las medidas que puedan garantizar una efectiva lucha contra este terrible virus.

A pesar de los reiterados llamados a la conciencia y la sensibilidad para que las personas permanezcan en sus casas como el medio más efectivo para enfrentar el avance de la coronavirus en el país, la constante aglomeración en lugares públicos indica que el mensaje no ha calado lo suficiente.

Como dice acertadamente uno de tantos creativos spots que se han difundido en estos días ante la pandemia y la necesidad de combatirla eficazmente, el verdadero héroe contra el mortal virus es cada persona que acata el llamado al aislamiento social.

En esos anuncios se ha señalado una y otras, y así lo han ratificado médicos y especialistas que, salvo en los casos de estricta necesidad, las personas tienen que contribuir con una especie de reclusión voluntaria y de esta manera se protegen a sí mismo y a los demás.

Es comprensible que la gente tenga la obligación de salir en busca de alimentos y en algún momento también de medicamentos en las farmacias, pero aún en esas circunstancias debe adoptar medidas de protección, usando mascarilla, guantes y tienen a mano, también lentes.

En los mercados públicos la gente se agolpa y entremezcla sin observar las más mínimas disposiciones de cuidado e higiene personal y ante esta recurrente situación, la alcaldía del Distrito Nacional y de Santiago han instalado túneles higienizantes para asegurar que todo aquel que acuda a esos centros de expendio esté debidamente descontaminado.

Se trata de mecanismos importantes que hay que apreciar como un gran esfuerzo y la preocupación de esas alcaldías por la salud y la protección de la vida de esos compradores que se reúnen masivamente en busca de alimentos, pero lo ideal sería que por conciencia y responsabilidad individual, cada quien cumpliera con los protocolos establecidos.

Además, se han producido y repetido hechos de una inexcusable inconciencia ciudadana como peleas de gallos, juegos de dominó donde los participantes están casi frente a frente y en Semana Santa, como se mostró en un video que se hizo viral, un balneario estuvo lleno de despreocupados vacacionistas, ajenos a los peligros y al drama que vive el país por el Covid-19.

Las constantes violaciones del toque de queda, una medida extrema que el Gobierno tuvo que adoptar a fin de disminuir el contagio, han demostrado que gente irresponsable y sin clara noción de la seria amenaza que enfrentamos, piensa que esto es un simple e inofensivo juego al que no hay que prestar mayor atención.

Sin cometer atropellos ni vulnerar principios y derechos básicos que consagran la Constitución y las leyes, salvo aquellos que pueden ser restringidos en períodos de emergencia nacional como el que atravesamos en este momento, las autoridades tienen que aplicar de forma estricta todas las medidas que puedan garantizar una efectiva lucha contra este terrible virus.