SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las denuncias de un plan contra la vida e integridad del periodista Fausto Rosario Adames, director del periódico digital Acento.com deben alarmarnos como sociedad. Rosario ha confirmado que recibió informes fidedignos que dos generales activos de la Policía Nacional y unos abogados estaban planificando un atentado en su contra. Según las informaciones, uno de los generales manifestó: “eso lo resuelvo yo porque él me la debe”, por publicaciones efectuadas por el periodista, que habrían afectado intereses del alto oficial.
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Estas amenazas, de ser ciertas, se convierten en atentados a la libre expresión, un derecho consagrado en la Constitución de la República y que solo es violentado en sociedades con regímenes totalitarios, donde cualquier expresión que no compagine con el punto de visto gubernamental es censurada. Estas intimidaciones ponen en peligro el derecho que tiene la sociedad a estar debidamente informada, sin limitaciones o coerciones a la prensa y el derecho al libre debate de las ideas, que es uno de los ejes principales de todas las democracias.
Esta denuncia también debe alarmar al presidente Danilo Medina, quien debe tomar las medidas necesarias para garantizar la vida de este periodista a toda costa. Una amenaza de esta índole sólo nos remonta al periodo de los 12 años, cuando en el gobierno de Joaquín Balaguer imperó un estado de terror, silenciando y desapareciendo a quienes se atrevían a criticar y denunciar las violaciones y atropellos a los derechos humanos de su régimen. Dejar que una intimidación de esta índole pase inadvertida sería una señal funesta y un golpe a la lucha por libertad de expresión, una conquista que hemos logrado como país tras una historia negra en esta materia. Alcemos nuestras voces, hagamos sonar las señales de alarma, antes de que sea muy tarde, porque no solo peligra una vida, que por supuesto no tiene precio, peligra nuestra democracia y el derecho a expresarnos con libertad.