LONDRES, Inglaterra.- Un clásico de todo turista mamila que visita Londres es molestar a los guardias de la Reina, esto por la muy conocida idea de que estos no pueden moverse ni hablar, salvo lo que su protocolario trabajo les requiere.
Y pues así, este turista oriental se quiso hacer el gracioso, pero olvidó la regla: NO TOCAR.
Ante ello, el guardia de la reina Isabel II del Reino Unido inmediatamente le gritó “Don’t F*cking Touch the Queen’s Guard” (no toques al guardián de la Reina) y le apuntó con su arma de reglamento por unos segundos, para luego volver a su cotidiana marcha como si nada.