Por la paz y la cordura

Si en el ejercicio de la política partidaria en el país existiese una dosis de prudencia, buen juicio y preocupación por la tranquilidad de la familia dominicana, es probable que no estuviéramos contemplando el espectáculo de estos días en el Congreso y su entorno.

Si en el ejercicio de la política partidaria en el país existiese una dosis de prudencia, buen juicio y preocupación por la tranquilidad de la familia dominicana, es probable que no estuviéramos contemplando el espectáculo de estos días en el Congreso y su entorno.

A la luz de estos acontecimientos, es obvio que la dirigencia política en general y en particular, los dos líderes que se disputan el control del PLD y las aspiraciones presidenciales, tienen una escasa noción de su compromiso con el interés general y la suerte de la toda la ciudadanía.

De lo contrario, sin renunciar a estas aspiraciones, con la pretendida defensa de la constitución como telón de fondo, se hubieran empeñado en defender sus posiciones grupales sin poner en juego el sosiego público y la estabilidad del país en materia de economía e inversiones.

Como han destacado connotados economistas que siguen el comportamiento y evolución en esta vital materia financiera, en medio de este convulso panorama dominado por pasiones y antagonismos, desatados por protagonismos y ambiciones particulares, el país se encamina a una caída en lo que hasta hace poco era una tendencia de ascensos en su ritmo económico.

¿Se justifica que los dominicanos estemos sufriendo de esta manera las desavenencias de la clase política y especialmente del partido gobernante y que las consecuencias puedan ser aún peores si no se le pone término a este convulso ambiente que nos arropa y perjudica a todos?

Que haya diferencias políticas y partidarias es bueno como parte del ejercicio de las libertades públicas si no son desbordadas por las pasiones, porque en ese terreno de arena movediza no se practica ni mucho menos se fortaleza una verdadera democracia.

Si Leonel Fernández y Danilo Medina tienen en algún momento oportunidad para una reflexión serena y su propósito no es jugar para sus respectivas conveniencias con una caricatura de democracia, le harían un eminente servicio al país si depusieran actitudes en aras de la paz que necesita un pueblo noble y trabajador.