I.- Conversando con algunas de mis nietas
1.- Los raros momentos que tengo para hablar con algunas de mis nietas, los aprovecho para conversar con ellas sobre sus estudios, béisbol, la realidad del país y con respecto a cualquier asunto que ya he abordado por medio de mis cotidianos escritos, publicados en diferentes medios de comunicación del país.
2- Precisamente, hace unos días, con motivo de exponer públicamente mis ideas con relación a la salud y las empresas aseguradoras, una de mis descendientes me preguntó si creía que el pueblo sacaría algún provecho de mis mensajes.
3- A la inquietud de mi nieta le respondí diciéndole que para cosechar y llegar a recolectar, hay que esparcir las semillas en la tierra, o lo que es lo mismo, hay que lanzar las ideas para que prendan, enganchen en la conciencia de las masas populares.
4- Lo que tenemos en el pensamiento, las ideas, se materializan cuando se convierten en herramientas necesarias para con el accionar de las fuerzas motrices que las hacen suyas, producir los cambios perseguidos.
5- Pero las transformaciones no se producen en el espacio de tiempo que así lo deciden aquellos que las impulsan y necesitan, sino cuando se combinan factores que hacen posible la renovación social.
II.- Cómo se desarrolla la lucha política y social
6.- La lucha de los pueblos por alcanzar sus objetivos políticos y sociales, no se desarrolla en forma rectilínea, sino ondulada, como moviéndose en zigzag.
7.- De igual manera, los oprimidos no logran sus reivindicaciones de un momento a otro, sino que precisan acumular fuerzas, para luego obtener en un día, los reclamos que han hecho durante veinte años.
8.- Las grandes mayorías nacionales dominicanas, tienen muchas cuentas por arreglar con sus adversarios nativos y extranjeros, y no lograrán el saldo en un abrir y cerrar de ojos, como tampoco será muy prolongado el tiempo.
9.- Aunque el proceso de liberación nacional de nuestro pueblo ha sido truncado en su curso, no hay duda que llegará a su final por entero, y esperamos que sea lo más temprano posible. Mientras tanto, hay que continuar accionando, para que las pequeñas conquistas formen parte de la consecución de la victoria final.
10.- En el accionar político, por muy diminuto que sea un éxito, a la postre sumado a otros, se comprueba su enormidad. Lo importante es que los pobres se sacudan, moviéndose en diferentes escenarios como dueños de su propio destino y confiando en sus fuerzas y en las de sus más consecuentes dirigentes.
III.- Motivar a los buenos para defender la salud del pueblo
11.- A los sectores, clases y capas sociales que en una sociedad injusta son víctimas de las iniquidades, hay que alumbrarlos, instruirlos para que aprendan a moverse en defensa de sus demandas; darles luz para que salgan del oscurantismo a que han sido condenados y luego alcancen la claridad.
12- La desesperación no favorece el accionar de los oprimidos, por lo que no es correcto forjarles falsas expectativas que luego les motivan fallidas ilusiones.
13- Los pueblos no deben ser orientados para que políticamente procedan dando saltos para caer en el vacío. Se les guía a los fines de que ejecuten lo que es alcanzable, no hacia lo que necesariamente concluye en un fracaso.
14- Sería una pura ilusión pensar que el pueblo dominicano, va a lograr en un santiamén modificar la ley que pone su salud bajo el control de las aseguradoras. Semejante pretensión debe ser el resultado de un conjunto de fases sucesivas, de un proceso.
15.- Se impone utilizar los medios adecuados para que las masas populares, se apoderen de la idea de que a ellas y a nadie más corresponde reclamar algo a lo que tienen derecho, a disfrutar de salud garantizada por el Estado dominicano.
16.- La brega reivindicativa por la sanidad popular, no tiene que ejecutarse a toda máquina, de prisa y corriendo, como tampoco pausadamente.
17.- No se ejecutan las demandas populares por el deseo desesperado de un politiquero que se mueve presuroso en busca de lo suyo. Las tareas políticas con sentido de pueblo, hay que llevarlas con buen tino, prudencia y suma cautela para evitar errores fruto de la falta de tacto.
18.- Se impone hacer hincapié en el orden de que es un objetivo a cumplir, un compromiso social, cívico y ciudadano, defender el derecho a los servicios de salud, y que sea el Estado el verdadero guardián de la sanidad pública, y no que propicie el desamparo.
19.- Alrededor del derecho del pueblo a la salud, debidamente protegida por el Estado, hay que aglutinar; unificar a mujer y hombres sensibles; juntar a los sectores identificados con las causas justas.
20.- Convencer a las personas físicas de sanos sentimientos, es un trabajo a realizar que se logra sin mucho esfuerzo, aunque no de repente, ni de la noche a la mañana. A los buenos no hay que darles mucha mente, como tampoco se convencen de sopetón.
21.- Sensibilizar para que el pueblo esté sano, unificar para que nuestros compatriotas permanezcan fuertes, como un roble. Hay que mover a las buenas voluntades.