SANTO DOMINGO.- La asistencia frecuente a misas o culto y las creencias religiosas no sólo ayudan a los fieles a vivir centrados, sino que también les contribuye a mantenerse saludables física y mentalmente, según especialistas, líderes religiosos y feligreses.
Un balance en el manejo de las emociones y en la convivencia con los demás, es el resultado que según religiosos aporta a la salud mantener una vida de fe.
Un estudio publicado por la universidad de Harvard reveló que las personas que asistían a servicios religiosos al menos una vez a la semana “tenían menos probabilidades de morir por desesperación, incluidas las muertes relacionadas con el suicidio, sobredosis de drogas y el envenenamiento por alcohol”.
La religión puede estar asociada con una “resiliencia psicosocial fortalecida al fomentar una sensación de paz y una perspectiva positiva y promover la conexión social”.
Además, participar en prácticas espirituales durante la niñez y la adolescencia puede ser un “factor protector para una variedad de resultados de salud y bienestar en la edad adulta temprana”, según el estudio”.
Los religiosos afirmaron que afianzarse en una creencia religiosa, también ayuda a las personas en su relación con los demás y en la integridad en su ejercicio profesional.
Ante la crisis de valores que se refleja en las familias, los creyentes hicieron un llamado a los padres a inculcar a sus hijos la fe cristiana y a instruirlos en la búsqueda del Señor.