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¿Por qué la marcha del millón?

Esa determinación pasa por la comprensión de la importancia catalizadora que tiene exigir desde las calles la destitución del Presidente Medina y su gobierno mafioso, en el contexto de despliegue de PROCESO CONSTITUYENTE generador de una nueva República Dominicana.

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Hay un millón de razones para hacer una Marcha contra la Corrupción mayor, más contundente y con más y mejor contenido político que las anteriores realizadas por el impactante Movimiento Verde.

La corrupción ha seguido su agitado y accidente curso, creciendo en volumen y en descaro cada día, cada semana, cada mes…
Ella se ha evidenciado como producto de un sistema institucionalizado en el que participan todas las instituciones del Estado bajo el mando del cogollo peledeista y del gobierno que ahora encabeza el Presidente MEDINA, aliado a grupos políticos, militares-policiales y empresariales mafiosos.

Todo el poder establecido está infectado. Las bandas operan como partes de ese sistema desde el propio Palacio Nacional, los Ministerios, Policía, DNCD, DNI, Direcciones Generales, entidades “autónomas del Estado”, Congreso, Cámara de Cuentas, Ministerio Publico, Poder Judicial, JCE, TSE…

Los políticos corruptos a base de robos se convierte en empresarios privados y los grandes empresarios privados financian la política electoral para pervertirla, condicionarla, recuperar lo invertido y muchísimo más.
Los procesos abiertos en tribunales se transforman rápidamente en farsas judiciales, en puro teatro, en repudiable simulaciones; porque el sistema de corrupción cuenta con mecanismos para garantizarles impunidad a sus protagonistas y beneficiarios.

El robo impune reproduce la corrupción y aferra a los ladrones a los mecanismos de impunidad bajo su control, que son reforzado permanentemente como lo demuestran lo acontecido después de escándalos como los de Sun Land, PEME Metro-Diandino, Barrick, OISOE, OMSA, Tres brazos-Corde, Scarners JCE, ODEBRECHT…
Los funcionarios delincuentes (civiles y militares”, los políticos delincuentes y los empresarios delincuentes, siempre se salen con las suyas porque ellos son ley, batuta y Constitución. Ellos son ladrones y a la vez investigadores, fiscalizadores y jueces. Dueños del bate y la pelota y del “ampalla”.

De eso resultan un millón de males cuando se habla de pueblo y derechos humanos y sociales: alimentación, viviendas, educación, salud, seguridad social, medio ambiente, fuentes de agua, fenómenos naturales, vías de comunicación, seguridad ciudadana, transporte, deportes, sistema de pensiones, arte, cultura, diversión sana, violencia, delincuencia, derechos de la mujer, de la juventud, la niñez y la masa policial y militar. La corrupción, la especulación y el negocio de los jefes y jorocones deterioran y prostituyen todo en términos progresivos.

Como país estamos entre los peores del mundo en cuanto a disfrute por el pueblo de derechos fundamentales, mientras las minorías enriquecidas a base de robo y explotación nos ofenden con su descarada opulencia.
• CONDENA Y REPUDIO NACIONAL.
Hay un millón de razones para volver a tomar las calles en una dimensión y en volumen mayor, ahora para CONDENAR Y REPUDIAR en grande:
• AL PRESIDENTE DANILO MEDINA, como jefe de turno del sistema de corrupción.
• A SU PROCURADOR.
• A SUS TRIBUNALES MORADOS, comenzando por su SUPREMA CORTE DE JUSTICIA.
• A SU CONSEJO DE LA MAGISTRATURA.
• A SU CONGRESO.
• A SU CAMARA DE CUENTAS.
• A SUS JEFES POLICIALES Y MILITARES CORRUPTOS.
• A SUS SOCIOS EMPRESARIALES EN LA CORRUPCÓN.
HAY QUE CONDENARLOS NACIONALMENTE POR SUS EVIDENTES COMPLICIDADES CON LA GRAN CORRUPCIÓN CONVERTIDA YA EN SISTEMA INSTITUCIONALIZADO Y POR IMPONERNOS A RAJATABLAS UN REGIMEN DE IMPUNIDAD YA INSOPORTABLE E INACEPTABLE.
• BARRER EL SISTEMA IMPUESTO.
Hay que demostrarle que un millón de dominicanos -y muchos/as- más estamos decididos/a a barrer con este sistema y sus protagonistas y beneficiarios impunes, expresándonos en calles, plazas, caminos, barrios, campos, hogares, universidades, centro escolares, centros de trabajo, redes sociales, medios de comunicación
Cerradas por este gobierno y por este Estado mafioso las vías institucionales que las movilizaciones e iniciativas verde procuraron abrir persistentemente durante 19 meses, es muy importante expresar ahora esa CONDENA y ese REPUDIO; optando en lo adelante por ejercer en mayores dimensiones el derecho a la movilización y a las paralizaciones y procurando acompañarlas de con una propuesta política capaz de lograr los cambios necesarios.

En tal direccionalidad política importa mucho la determinación colectiva de terminar de construir un gran consenso y auspiciar compromisos bien definidos entre los movimientos sociales y ciudadanos en lucha para asumir CONJUNTAMENTE una propuesta y una línea de acción destinada en primer lugar a superar el sistema de corrupción e impunidad institucionalizado, que favorece el blindaje que instrumenta el régimen y el consorcio político-social que hoy encabeza el Presidente MEDINA junto al Comité Político del PLD y a grupos políticos y empresariales mafiosos asociados.

Esa determinación pasa por la comprensión de la importancia catalizadora que tiene exigir desde las calles la destitución del Presidente Medina y su gobierno mafioso, en el contexto de despliegue de PROCESO CONSTITUYENTE generador de una nueva República Dominicana.

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