REDACCIÓN.- La noche del martes, los Milwaukee Bucks se coronaron campeones de la NBA Cup 2024 con una imponente victoria 97-81 sobre los Oklahoma City Thunder en el T-Mobile Arena. Sin embargo, la celebración en el vestuario fue inusual: no hubo champagne, ni las tradicionales duchas de euforia burbujeante.
El MVP del torneo, Giannis Antetokounmpo, que selló la final con un triple-doble de 26 puntos, 19 rebotes y 10 asistencias, explicó la decisión del equipo con una anécdota personal:
«La última vez que bebí un poco de champán, cuando ganamos el campeonato en 2021, terminé con calambres en todo el cuerpo», confesó entre risas.
Esta no fue la única razón. La historia reciente sirvió como advertencia. Dos miembros de los Bucks, el asistente Darvin Ham y el delantero Taurean Prince, vivieron una experiencia diferente la temporada pasada con los Lakers, cuando celebraron la primera edición del torneo con champagne y una racha desastrosa que les llevó a perder 10 de los siguientes 13 partidos.
«Es difícil», comentó el entrenador Doc Rivers. «Saliendo de esto, regresas al día a día de la temporada regular.»
En lugar de la efusividad, el vestuario de los Bucks se llenó de música, bebidas más sobrias y un ambiente de camaradería. Según Antetokounmpo, el enfoque estaba en disfrutar del momento sin perder de vista el objetivo a largo plazo:
«Ha sido un viaje increíble. Todos hemos estado enfocados, puntuales en las sesiones de video y afilados en los entrenamientos. Ahora debemos mantenernos humildes y seguir mejorando.»
La defensa de los Bucks brilló en la final, limitando a los Thunder a su mínimo de temporada con solo 81 puntos, y logrando cifras históricas: 33.7% en tiros de campo y un raquítico 15.6% en triples. Damian Lillard, quien aportó 23 puntos, destacó la transformación del equipo tras un comienzo difícil de temporada (2-8):
«El equipo que comenzó la temporada no es el que somos ahora. Nunca lo fuimos realmente. Solo fue un inicio complicado.»
Desde entonces, los Bucks han dado un giro de 180 grados con un récord de 12-3, el mejor de la liga en los últimos 15 juegos. A pesar de las celebraciones, Giannis ya piensa en el próximo desafío contra los Cleveland Cavaliers el viernes:
«Las emociones están en su punto máximo ahora mismo, pero tenemos que bajarlas, ser humildes y volver al trabajo.»
Con esta mentalidad, los Milwaukee Bucks no solo enviaron un mensaje claro de su potencial, sino que también demostraron que, a veces, la verdadera celebración es mantener la disciplina para lo que viene.