Redacción internacional.- Los perros fueron una de las primeras especies domesticadas por los seres humanos. Han coexistido durante más de 30,000 años, y hoy algunas personas los consideran como miembros de su familia. Otros los consideran como una gran ayuda en su trabajo, como en búsqueda y rescate de personas. Pueden también ser guardianes de la fauna silvestre.
Sin embargo, el 75% de la población de perros en el mundo viven sin un cuidado responsable por parte de los humanos y andan sueltos. Una situación que impacta negativamente no solo en la salud de esos animales sino también en la de los seres humanos, las especies de la fauna silvestre y en el ganado.
“Los problemas asociados a los perros sueltos se han vuelto más frecuentes alrededor del mundo”, escribieron los científicos del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue de la Argentina, Sergio Lambertucci, Lucía Zamora-Nasca, Marina de la Reta y Pablo Plaza, junto con al Asmita Sengupta, del Centro de Biodiversidad y Conservación Suri Sehgal de la India.
El equipo de investigadores publicó un artículo en la revista especializada Ambio de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, en el que se detallan los efectos nocivos de los perros sueltos en dos regiones en las que el problema está muy extendido: India y Sudamérica.
Se considera que son perros sueltos cuando sus dueños los dejan salir de sus casas y vagar libremente o porque son perros abandonados o no tienen dueño.
Se estima que en Sudamérica hay 82,2 millones de perros. Habría hasta 1 perro por cada persona en algunos lugares estudiados. En la India, son 65 millones de perros. Allí habría 1 perro por cada 22 personas.
Uno de los problemas es el riesgo de transmisión de enfermedades, como hidatidosis, leptospirosis y rabia. Se aconseja inmunizar contra la rabia a más del 70% de la población de perros anualmente. Pero los investigadores señalaron que al haber tantos perros sueltos y por el crecimiento rápido de su población, puede ser más difícil mantener la eliminación de la rabia solamente con la vacunación.
Otros impactos son las mordeduras de los perros, especialmente a niños, y los ataques al ganado, que a su vez, producen pérdidas económicas para los productores. También hay pruebas de los efectos negativos sobre la conservación de la biodiversidad.
Los perros sueltos pueden cazar a la fauna silvestre, competir con ellos al consumir alimentos o transmitirle enfermedades. Pueden provocarles estrés al perseguirlos y causar la muerte o en algunos casos el abandono de sus crías y los sitios de nidificación.
Tanto en la Argentina como la India, se ha encontrado que los perros sueltos afectan al menos a 80 especies de la fauna silvestre. En Brasil, impactan al menos en 37 y en Ecuador, en 10.
Hay diversos factores que contribuyen que el problema de los perros sueltos vaya en aumento. Uno de ellos es la falta de legislación o las normas inadecuadas sobre el manejo de perros en el espacio público. Otro factor es que algunas personas no practican el cuidado que corresponde.
“Un cuidado responsable de los perros no solo implica que les apliquen las vacunas, darles comida y agua, acompañarlos para los controles de salud sino también ocuparse de que no anden sin supervisión. Ni tampoco abandonarlos”, comentó la doctora Zamora-Nasca, en diálogo con Infobae. En ambas regiones del estudio, Sudamérica e India, el abandono de los perros es frecuente.
“Como parte del cuidado, es importante brindar espacios y momentos de actividad física y juego a los perros con nuestra supervisión para evitar conductas indeseadas, como que se escapen o que persigan a personas o a otros animales”, aconsejó la investigadora.
Otros factores que influyen son la circulación de desinformación sobre qué hacer con los perros sueltos y la falta de fondos adecuados en las instituciones públicas para implementar medidas basadas en la evidencia científica. “Algunas experiencias han demostrado que el control de la reproducción puede no ser suficiente sino se lo desarrolla desde un enfoque integral”, acotó la investigadora.
Aunque no tengan dueño, “los perros sueltos son resultado de la irresponsabilidad de los seres humanos y sus poblaciones dependen de nosotros. Por eso, es necesario que las situaciones conflictivas se resuelvan con soluciones a largo plazo, que sean elaboradas y consensuadas con todos los actores sociales involucrados en el problema”, consideró el doctor Lambertucci, al hablar con Infobae.
En el artículo publicado, los científicos proponen 6 medidas para el problema de los perros sueltos, y enfatizan que se deben ponerse en marcha de manera conjunta para lograr buenos resultados:
“Los perros sueltos tienen impactos tremendos en la vida de los pobladores rurales porque atacan mucho ganado y en la naturaleza porque matan y persiguen a muchas especies silvestres. Además, ocasionalmente (y crecientemente) atacan personas. Por todo, coincido totalmente con la revisión y las medidas que sugieren los autores en la revista Ambio”, comentó a Infobae el doctor Andrés Novaro, investigador del Conicet en manejo de la fauna silvestre y miembro de la organización WCS Argentina.
“Se necesita que se tomen medidas urgentes y se requiere una alianza de los sectores de salud, conservación, producción y de cuidado de animales, y entre gobiernos y entidades civiles”, subrayó.
En tanto, Emiliano Arona, quien ha estudiado el problema de los perros sueltos en Tierra del Fuego junto con Adrián Schiavini, investigador del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) del Conicet, señaló en diálogo con Infobae: “Los perros sueltos impactan fuertemente en la biodiversidad a través de múltiples interacciones como la depredación, aunque también por el acoso y la transmisión de enfermedades zoonóticas que, en algunos casos, han provocado la extinción de especies nativas”.
El problema -indicó- es “una consecuencia de factores socioeconómicos y culturales, una insuficiente educación ciudadana y de una deficiente implementación de la legislación”.
En los países en desarrollo -enfatizó Arona-, “las personas tienen un menor acceso a la educación y menores oportunidades económicas para cuidar, vacunar y esterilizar a sus mascotas. Además, la infraestructura es más desordenada y poco adecuada para contener a estos animales y evitar que deambulen en la vía pública”.
Además, sostuvo, “las leyes que regulan el cuidado responsable de mascotas, cuando las hay, son poco estrictas y los programas de control de las poblaciones caninas no se aplican de forma efectiva. Con todo, el elevado número de perros sueltos se traduce en un preocupante problema socioambiental y representa, entre muchas otras cosas, un peligro para la salud humana y la biodiversidad”.
“Hay que disponer de dinero, tiempo y espacio para ofrecerle los cuidados que corresponden al animal. Por ejemplo, hay que llevarlo al veterinario, brindarle un espacio adecuado en el hogar, y se necesita dedicarle tiempo para darle alimentación y que salga a caminar con correa. Si esto no se cumple, en algún momento se estará ejerciendo algún maltrato al animal o si se lo deja suelto en las calles se favorecerá que muerda a alguna persona. Hay lugares en los que el cartero o el agente sanitario ya no entra por el riesgo de sufrir mordeduras”, cerró.