¿Pudieron mover los partidos políticos a los afiliados en su padrón?

El PRD, partido que presentó a 196,175 afiliados, alcanzó alrededor de 138,606 votos, dando como resultado un 70.6 por ciento. El partido más próximo a su padrón.

SANTO DOMINGO.- Es sabida la hecatombe electoral sufrida por los partidos de oposición en el casi concluido proceso electoral municipal. Los derrotados asumen el discurso de la abstención como defensa. O acusan al partido oficialista de usar los recursos del estado. Pero hay que cuestionar lo siguiente: ¿Qué pasó que los partidos oficialistas no pudieron mover a sus afiliados en el padrón?

En el proceso electoral celebrado este domingo, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), obtuvo un aproximado de 1,857,196 votos; sin embargo, el oficialismo presentó ante la Junta Central Electoral a 3,092,389 empadronados, quiere decir que pusieron a votar al 60.05 por ciento de su padrón.

En cuanto al Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), que alcanzó alrededor de 873,181 votos, se quedó lejos de los 2,177,036 empadronados, dando como resultado un 40.1 por ciento.

En tanto, por el Partido Fuerza del Pueblo que logró cerca de 489, 867 votos, llevaron al órgano electoral en agosto del año pasado a 2,030,108 miembros, pero en la práctica tan solo alcanzó un 24.1% de su padrón.

El PRD, partido que presentó a 196,175 afiliados, alcanzó alrededor de 138,606 votos, dando como resultado un 70.6 por ciento. El partido más próximo a su padrón.

De acuerdo con datos de la Junta Central Electoral, una vez concluido el escrutinio en la mayoría de los municipios, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) del presidente dominicano, Luis Abinader, y sus aliados ganaron 135 alcaldías, mientras que la oposición obtuvo 23.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de Abel Martínez logró 16 alcaldías, pero perdió ante el PRM su feudo de Santiago (segunda ciudad del país); la Fuerza del Pueblo del expresidente Leonel Fernández consiguió seis ayuntamientos y uno el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de Miguel Vargas.