SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Una familia pide que sea llevado a la justicia el asesino confeso de su hijo pues, tras el crimen, cumplió menos de una semana en prisión y ahora anda suelto.
El pasado 10 de abril Francisco Antonio Moya, de 51 años, fue llevado moribundo al hospital de Puerto Plata, tras recibir cuatro tiros a quemarropa.
[jwplayer mediaid=»193406″]
En un video cortesía de Primicias TV su asesino y el hermano de éste aseguran que la víctima se lo merecía porque vivía robándose las guineas, pájaros silvestres que se cazan en esa zona del país.
Pero los familiares no entienden estas versiones pues los rastros de sangre estaban fuera de la vivienda del asesino confeso.
Marina García y Francisco Moya, padres del fallecido, aseguran que a lo que más le temen es a que la muerte de su hijo quede impune, pues el victimario tiene ciudadanía norteamericana y no saben si ya se encuentre fuera del país.