@lilliamfondeur
Los y las adolescentes precisan un modelo positivo de salud sexual.
La idea predominante en nuestra sociedad y que les ofrecemos a nuestra niñez y adolescentes, es la de una sexualidad centrada en el coito, la actividad sexual coital como la única legítima, una práctica sexual centrada en la reproducción y no en el placer.
Al hacer del coito el objetivo único de la sexualidad nos olvidamos de la sensualidad, el disfrute del cuerpo, acariciarse, tener intimidad física con el otro, sentirlo cerca. Las prácticas sexuales sin coito pueden ofrecer igual o mejor sensación de bienestar y satisfacción sexual sin riesgo a un embarazo y menor riesgo para adquirir infecciones de transmisión sexual.
Lo que los adolescentes perciben en nuestro entorno es que la sexualidad coital está presente en todas partes, lo impregna todo: anuncios, revistas, cine, música. Al despertar sus hormonas, desean saber qué es y cómo es eso del sexo; y siguiendo el modelo predominante, desean practicas coitales. A su corta edad, no saben que el coito puede esperar.
Las políticas basadas en abstinencia sexual o en posponer el inicio de la vida sexual han demostrado su ineficiencia. La edad de inicio de la vida sexual disminuye en todo el mundo, incluso en República Dominicana.
Las cifras inadmisibles de embarazo en niñas y adolescente en nuestro país es la muestra más indiscutible de la inutilidad de las políticas de salud sexual basadas en negar la sexualidad en adolescencia.
Los hijos e hijas aprenden lo que hacen su madre, padre, o modelos, no lo que le digan que debe hacer. Las estadísticas han demostrado que muchas adolescentes embarazadas son hijas de madres adolescentes. Por la gran desigualdad en que vive nuestra población, los modelos de exclusión se heredan.
Las adolescentes se convierten en madres, la mayoría en madres solteras, y/o adquieren el VIH/SIDA, hipotecan su futuro y supeditan su proyecto de vida por falta de una política de educación sexual intersectorial efectiva.
En una sociedad machista, el rol de progenitor es apreciado, sin incluir responsabilidad con los descendientes. Los artistas adultos y jóvenes, modelos de nuestra niñez y juventud, en general tienen un elevado número de hijos.
Invito a colocar unas botas fuertes a nuestros niños, niñas y adolescentes, sustentadas en la comunicación, permiso para el placer, educación sexual y anticoncepción, la mejor estrategia para que al momento de entrar en la vida sexual estén protegidos. Los seres humanos no piden permiso antes de tener sexo, ni los curas.
Negar la sexualidad es negar la vida misma.
www.lilliamfondeur.com