REDACCIÓN.- El presidente de Haití, Jovenel Moise, pidió este domingo el apoyo internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad para acabar con la violencia de las bandas armadas que se ha recrudecido en las últimas semanas.
En un discurso de media hora, Moise aclaró que no pide una intervención de tropas extranjeras, como la que desarrolló la ONU entre 2004 y 2019, sino el «compromiso» de la comunidad internacional en la lucha contra la inseguridad.
«El país ha estado en un ciclo infernal de violencia durante los últimos 18 años. Un ciclo infernal de inseguridad. Y este ciclo, nos pone en una situación en la que todo el tiempo estamos obligados a apagar el fuego», dijo.
Moise aseguró que ha pedido al Ejército, que cuenta con unos 500 efectivos, que apoye a la Policía Nacional en su lucha contra las bandas.
El mandatario también se refirió a las «más de 3.000 personas» que han abandonado sus hogares por los conflictos entre bandas armadas ocurridos en las primeras semanas de junio en la zona de Martissant, en el sur de Puerto Príncipe, y otro millar de desplazados por hechos similares en la zona de Delmas, en el centro de la capital.
«A los desplazados les digo que el Estado no está de brazos cruzados. La Policía está trabajando duro para que puedan volver a sus casas. Porque nadie puede expulsarlos. La vida de los bandidos es muy corta», dijo Moise.
El clima de seguridad se ha deteriorado en las últimas semanas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe por conflictos territoriales entre pandillas y por las crecientes hostilidades del G9 an Fanmi e Alye, como se conoce a la asociación de las bandas más poderosas del país, y la Policía.
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