La palabra prevención, no sujeta únicamente a una verbalización, sino traducida en acciones y una actitud proactiva y dinámica, es la fórmula efectiva y funcional para proteger vidas y propiedades cuando se presentan fenómenos naturales como el que se enfrenta en este momento con el poderoso y destructivo huracán Irma.
Aunque en primer término corresponde a los organismos de socorro y a las autoridades en general aplicar planes preventivos, en la práctica éstos solo podrán lograr buenos resultados si cuentan con la colaboración decidida de los ciudadanos.
Por ejemplo, en muchas ocasiones la resistencia a los programas de evacuación representa uno de los principales obstáculos con que tropiezan esos planes, aunque resulta paradójico que la resistencia provenga precisamente de las personas a las que se trata de ofrecer protección.
Al igual que lo dicho por la gobernación del estado de La Florida, donde Irma enfila su poder destructor luego del devastador plano por el Caribe, aquí el COE y la Defensa Civil han subrayado que las viviendas eventualmente pueden ser reconstruidas, mientras las vidas que se pierden son irrecuperables.
Este aserto parece algo tan evidente, que puede ser definido como una verdad de Perogrullo, pero aún así tiene sentido manifestarla una y una vez, con el objetivo de que la gente llegue a entender razonablemente que no puede exponer su vida tratando de preservar bienes y enseres.
Es cierto que muchos tratan de justificar su resistencia sobre la experiencia de que en el pasado desaprensivos se prestan para desvalijar viviendas abandonadas en medio de un desastre, pero hay que vencer esa reticencia porque la vida humana es el valor supremo por encima de cualquier elemento material.
Hasta ahora resulta positivo que en general los residentes en zonas vulnerables han sido receptivos y prestado su colaboración a las brigadas de socorro y es de esperar que esa actitud se mantenga de manera generalizada. Los propios beneficiarios serán las personas que actúen de ese modo, pues estarán contribuyendo a garantizar su integridad.