La elección de una parte de los miembros del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana marcan un antes y un después, porque sirvió para mostrar la metamorfosis que se ha producido en su seno tras su llegada al poder en 1996 cuando perdió su virginidad y se corrompió.
El PLD de hoy no es ni la sombra de lo que fue en 1973 cuando su mentor y guía, profesor Juan Bosch, abandonó el Partido Revolucionario Dominicano para fundar otro partido, el cual hoy lo niega de manera total y absoluta.(El PLD de hoy es lo que más se parece al PRD de 1973)
El PLD es una organización que se niega a sí misma en sus raíces y principios; es un partido viejo, lleno de vicios, atrapado en los esquemas dictatoriales del siglo pasado.
Lo que ocurrió durante el proceso del Congreso Norge Botello (que vergüenza), para la elección de los miembros del Comité Central, fue aborrecible. La compra de votos tanto de la corriente de Danilo Medina como la de Leonel Fernández, fue más que evidente. Unos utilizando los recursos del Estado, otros los recursos que se robaron durante su permanencia en el Estado. En fin, unos y otros, todos del PLD, utilizando los recursos del dinero del pueblo pobre y envilecido con políticas paternalistas y embrutecedoras.
Mientras los máximos dirigentes del PLD y los funcionarios del gobierno hablan de votación masiva, abierta y democrática, que debe servir de ejemplo, los medios de comunicación y la población en general, hablan de violencia, de fraude, de uso indiscriminado de recursos económicos de ambos bandos.
(Leo en los diarios: Senadora de Dajabón impugnara elecciones. Dice fueron un desastre. En Barahona golpean y amenazan de muerte a dirigentes del PLD. Un muerto en La Vega; fraude y violencia en la provincia Monseñor Nouel. En medio de balacera se roban urnas en elecciones del PLD en Santiago; en Santo Domingo diputada roba urna. La compra de votos, de parte y parte, se produjo en todo el país. ¡Demonios, que maldito ejemplo de civilidad y democracia partidaria!)
La pugna entre el sector de Leonel y el de Danilo, se expresó en todo el territorio nacional. Decir lo contrario es suponer que los dominicanos somos ciegos, sordos y estúpidos. ¡Y no lo somos! Las elecciones en el PLD sirvieron para demostrar: primero; la lucha entre Danilo y Leonel por el control del partido, y, segundo, por el control del poder más allá del 2016.
Obtener mayoría en el Comité Central es vital tanto para Leonel como para Danilo. ¿Cuánto les costó a los pobres esa lucha fratricida? Nadie lo sabe, y nadie lo sabrá jamás. Pero lo cierto es que algunos candidatos, de un sector y de otro, como dijera el senador de la Vega Euclides Sánchez, invirtieron más de diez millones de pesos en promoción, lo cual pone de manifiesto el nivel de corrupción en ese partido. ¿Diez millones de pesos? ¡Insólito! ¿Dónde están el director de ética del gobierno y el director de lucha contra la corrupción?
Las elecciones para escoger algunos miembros del Comité Central del PLD demuestran qué tanto se ha corrompido ese partido. Y que tan grave es la lucha entre la corriente de Leonel y la de Danilo. (Primer round a favor de Danilo, según los expertos)