Dormir bien en República Dominicana puede parecer un lujo, pero en realidad es una necesidad.
Dormir bien en República Dominicana, puede parecer un lujo, pero en realidad es una necesidad. El ruido del barrio, el calor, la rutina cargada y hasta el uso excesivo del celular hacen que muchas personas sufran de insomnio o tengan un descanso de mala calidad.
Sin embargo, no siempre la solución está en una pastilla. Con cambios sencillos en los hábitos diarios se puede lograr un sueño reparador y mejorar la calidad de vida.
La habitación debe invitar al descanso. No se trata de lujo, sino de orden y comodidad. Mantener el cuarto ventilado, limpio y con la menor cantidad de ruidos posible ayuda bastante.
En un país caluroso como el nuestro, un abanico colocado estratégicamente o el aire acondicionado a una temperatura moderada hacen que el cuerpo se relaje más rápido.
El cuerpo reconoce los horarios. Acostarse y levantarse siempre a la misma hora regula el reloj biológico y facilita conciliar el sueño. Cuando la gente se duerme un día a las 9:00 p.m. y al otro a la 1:00 a.m., el organismo se confunde y aparecen los famosos desvelos que pasan factura al día siguiente.
La cena típica dominicana suele ser abundante y pesada: mangú con salami, fritos o arroz con habichuelas bien tarde en la noche. Eso retrasa la digestión y dificulta dormir bien.
Lo recomendable es optar por comidas más ligeras y nutritivas, como una ensalada, yogurt con frutas o un poco de avena. Dejar pasar al menos dos horas entre la cena y la hora de dormir también marca la diferencia.
Muchos dominicanos tienen la costumbre de quedarse pegados en WhatsApp, TikTok o Instagram hasta cerrar los ojos. Pero la luz de la pantalla estimula el cerebro y retrasa el sueño.
Cambiar ese hábito por leer un libro, escuchar música suave o incluso hacer una oración antes de dormir, prepara mejor la mente para descansar.
No hay que complicarse: una ducha tibia, unos estiramientos sencillos o unos minutos de respiración profunda ayudan a liberar tensiones. Estos pequeños rituales antes de acostarse mandan la señal al cuerpo de que es hora de descansar.
Apostar por hábitos saludables en lugar de depender de pastillas es la forma más efectiva de garantizar un descanso reparador y enfrentar la vida diaria con más fuerzas.