SANTO DOMINGO.- Una profesora universitaria fue interceptada en la Plaza de la Cultura dos grupos de policías encapuchados y con armas largas a las 7:30 de la noche del sábado cuando terminaba de reunirse con una amiga.
Narra que inmediatamente abordaron el carro Corolla, color blanco, en el que se desplazaban, alguien tocó con fuerza el cristal del pasajero, y con mayor fuerza las ventanas del asiento trasero del vehículo.
«Nos interceptaron dos grupos de policías muy armados, con armas como si estuvieran buscando alguien muy peligroso o narcotraficante (…) Como vi que eran policías del lado del pasajero, bajé el cristal un poco, cuando él nos vio, le dijo a los que estaban del otro lado ‘son damas que están aquí’”, cuenta.
Luego de ambas identificarse con los oficiales, les preguntaron que dónde trabajaban, que qué hacían en ese lugar.
“Entiendo que la Plaza de la Cultura es un lugar público al cual podemos ir libremente y que deben haber policías para cuidarnos, pero no con esa actitud y tampoco con pasamontañas en un lugar como este”, criticó.
El hecho ocurre momentos en que la sociedad condena el uso excesivo de la fuerza e inobservancia de protocolos evidenciados en la muerte a tiros de una pareja cristiana en Villa Altagracia en un retén policial.