¡Protégete! Cinco consejos fáciles para prevenir la gripe

Alternativas-naturales-para-evitar-la-gripe-500x379REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Con la llegada del frío y los cambios bruscos de temperatura que experimentamos en el día a día aumenta el riesgo de contraer la molesta gripe.

A pesar de ser, en apariencia, una enfermedad común, puede traernos graves consecuencias si nos encontramos un poco más bajos de defensas o tenemos problemas respiratorios.

Por ello, es necesario saber prevenirla e incluso recurrir a la vacuna si nuestro médico lo cree conveniente.

Práctica estos sencillos consejos para que te protejas de los virus de la gripe en el día a día. Estrategias sencillas con las que reducir, en la medida de lo posible, esta enfermedad que tantas bajas ocasiona cada invierno.

Y recuerda, hemos de estar muy pendientes de niños y ancianos.

  1. Eliminar virus en el hogar

A día de hoy, la ciencia y la medicina aún no han podido encontrar una vacuna eficaz contra la gripe. Esto se debe a que cada año el virus muta y es imposible predecir cómo va a ser ese pequeño enemigo la próxima temporada.

Se conocen cerca de 200 rinovirus, la mayoría de los cuales atacan a la nariz y a la garganta, llegando incluso a la tráquea y los bronquios.

Hemos de tener en cuenta, además, que todos estos virus pueden quedarse suspendidos en el aire expelidos por los enfermos al toser o  estornudar. El contacto físico, tocar superficies u objetos comunes también aumenta el riesgo de contagio.

Por ello, y a pesar de no poder controlar el contexto externo donde nos movemos cada día, vale la pena mantener nuestro hogar limpio y desinfectado para eliminar los posibles riesgos.

Toma nota de cómo hacerlo:

Aromatiza el ambiente de casa con esencias de aceites de eucalipto, aceite del árbol del té, tomillo y menta. Tienen propiedades antisépticas y eliminarán esos posibles virus que traigamos del exterior.

Los humidificadores ambientales son muy útiles para evitar que las vías respiratorias se resequen y que los virus aniden en ellas.

  1. Manos y nariz: medios de contacto con el virus

Piensa durante un momento en todas las cosas que llegamos a tocar a lo largo del día: dinero, el móvil, barandillas, asientos, mesas, máquinas expendedoras, cajeros automáticos, carritos de la compra…

Todos ellos son focos de riesgo donde podemos contraer el virus de la gripe. Por ello, vale la pena concienciarnos de que nuestras manos son el mecanismo por el cual podemos infectarnos.

Evita llevarte las manos a la boca o a la nariz.

Lleva en tu bolso algún gel desinfectante de manos y haz uso de él con frecuencia.

Ten mucho cuidado con los espacios cerrados donde haya mucha gente. Los trenes, los autobuses o las salas de espera son escenarios propicios donde el calor y los estornudos pueden convertirse en un contexto “ideal” para la propagación de la gripe.

  1. Alimentación preventiva

La alimentación no evitará al 100% que contraigamos una gripe. Ahora bien, lo que sí hará es que, en caso de sufrirla, no sea tan virulenta y la pasemos lo más rápido posible.

Ello se debe a que un organismo con unas defensas y un sistema inmunológico más fuerte luchará más efectivamente contra el virus de la gripe. Y ello se consigue, sobre todo, con una alimentación adecuada.

Toma nota de qué alimentos y remedios no pueden faltar en tu dieta:

Por sí sola la vitamina C no nos librará de gripes y resfriados, pero es buena para nuestro sistema inmunológico. Así pues, sería conveniente que consumieras uno 50 mg diarios a través de zumos de limón, naranja, kiwis…

Alimentos ricos en cinc: Este mineral tiene un poder antivírico muy notable. Por ello no dudes en consumir semillas de calabaza, quesos curados, pescado, huevos y pan integral.

Ajo y cebollas crudas: ¿Mal aliento? Es posible, pero pocos remedios pueden ser tan eficaces para aumentar nuestras defensas y combatir los virus que tomar un ajo en ayunas y consumir un poco de cebolla cruda en nuestras ensaladas.

Sí a la equinácea: La equinácea y su extracto se viene utilizando desde hace varios años para prevenir gripes y resfriados. No los evitarán al 100%, pero nos ayudarán a elevar nuestras defensas naturales y a proteger un poco más nuestro organismo frente a enemigos exteriores.

  1. Sí a dormir lo suficiente

Según nos explican los médicos, una de las mejores maneras de mantener fuertes nuestras defensas es dormir bien.

A pesar de que el sistema inmunológico es muy complicado y cualquier aspecto como el estrés puede debilitarlo en un momento dado, algo tan sencillo como dormir 8 horas al día regula muchas de nuestras funciones básicas.

  1. Un remedio sencillo: mantener los pies calientes

Puede parecer una tontería pero mantener los pies calientes nos permite tener una temperatura corporal constante y equilibrada, algo muy necesario en invierno.

No dudes en llevar un buen calzado y unos calcetines que te permitan estar caliente durante todo el día. Cuando llegues a casa, otro truco que nunca falla es darnos un baño caliente de pies. Además de reconfortante, mantiene constante nuestra temperatura y lucha contra esa bajada de defensas.