Prudencia ante todo

Aunque un viejo y sabio dicho popular dice, basado en la vida y la experiencia, que nadie aprende en cabeza ajena, hay que insistir en la necesidad de que la prudencia prevalezca en estos días de festividades navideñas.

Aunque un viejo y sabio dicho popular dice, basado en la vida y la experiencia, que nadie aprende en cabeza ajena, hay que insistir en la necesidad de que la prudencia prevalezca en estos días de festividades navideñas.

Independientemente del reforzamiento de las autoridades en calles y carreteras, la vía más efectiva de prevenir desgracias y preservar vidas humanas es evitando excesos y siendo cuidadosos en los desplazamientos hacia poblaciones del interior.

Son muchas las personas que viajan a pasar la Nochebuena y la navidad junto a parientes que viven en otras localidades, por lo que se recomienda evitar manejos temerarios a altas velocidades y, sobre todo, no conducir bajo los efectos del alcohol.

Para esta época del año las autoridades liberalizan las restricciones en los horarios de expendio de bebidas alcohólicas, pero esto no puede ser usado para dar rienda suelta a comportamientos inapropiados.

Hay que respetar la forma en que cada quien haya decidido celebrar este período, en recogimiento familiar, que es la esencia tradicional o con un aire festivo en que prevalece el individualismo, la exhibición y el derroche, muchas veces por encima de los medios disponibles.

En cualquier forma o escenario escogido, lo importante es que no se pierda la compostura, el respeto a sí mismo y a los demás, en especial a aquellas familias que sin dejar de celebrar, mantienen un sentido de religiosidad espiritual.

SIN y todo su personal desean que esta Navidad transcurra en completa paz y armonía para recuperar fuerzas y llegar al nuevo año con nuevos proyectos dirigidos a la búsqueda de un mejor país.

Y, por favor, no olviden dejar un puesto para el invitado de honor, por si se les olvidaba, el festejado del 25 de diciembre es el niño Jesús.