SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Con tan buen récord en la celeridad con que se construyen megaproyectos como la Circulación de Santiago, el Ministerio de Obras Publicas no puede permitir que ese índice comience a registrar un revés en una obra de rango menor.
Ese ganado parámetro está en peligro de romperse con el injustificado retraso que presenta la reparación del puente de Haina, lo que ha trastornado la vida social, laboral y económica de cientos de familia de esa zona.
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A pesar de que el reforzamiento estructural en uno de los aproches fue concluido, faltando solo el asfaltado, la obra fue dejada a medio talle, como dice el vulgo, y Obras Públicas se concentró entonces en el remozamiento de la cercana estación de peaje.
Nadie objeta que el peaje sea reacondicionado, pero en un orden lógico y elemental de prioridades, ¿puede dejarse de lado una cuestión tan vital como un puente para enfocarse a trabajos que podrían realizarse más adelante?
Los habitantes de Haina, especialmente los de la comunidad de Quita Sueño, están pasando diariamente las de Caín, por los largos e interminables taponamientos, provocado por el obligatorio desvío hacia la autopista 6 de noviembre.
Lo que se presenta allí desde las primeras horas del día es un verdadero infierno ya que muchos obreros, trabajadores y empleados, permanecen desesperados por el temor de llegar tarde a sus centros de trabajo.
Lo propio ocurre con estudiantes que deben llegar con puntualidad a clases en universidades.
Estamos seguro que por alguna circunstancia esta situación ha escapado a la atención del ministerio de Obras Públicas, quien se ha caracterizado por una gestión gerencial en la que da especial seguimiento a la ejecución de las obras que realiza el Estado.
La gente de Haina esta agradecida por la reparación del puente, debido al peligro que representaba el deterioro en uno de sus aproches, pero el agradecimiento será mayor si los trabajos se concluyen en el menor tiempo posible para que termine el torbellino por el que atraviesan. Ojala que este clamor sea escuchado.