SANTO DOMINGO.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, puso en alerta máxima sus fuerzas nucleares ante la creciente oposición internacional a su invasión militar de Ucrania, mientras que el Gobierno de Kiev comunicó que acepta negociar con las autoridades de Moscú, «sin claudicar».
A cuatro días de la invasión con tropas y bombardeos, las fuerzas ucranianas resisten frente al poderío militar ruso y la presión internacional contra Moscú se incrementa con sanciones y vetos a políticos.
Pero Rusia subió hoy también su amenaza al anunciar que pone a las fuerzas de disuasión nuclear en «régimen especial de servicio», tras las «declaraciones agresivas» de los principales países de la OTAN en los últimos días.
La Alianza Atlántica calificó esas palabras de «retórica peligrosa» mientras la Casa Blanca acusaba a Rusia de «fabricar amenazas» para «justificar mayores agresiones», un «patrón de conducta» que considera habitual en el mandatario ruso.
El portavoz del presidente estadounidense subrayó que «la comunidad global y el pueblo estadounidense deberían verlo desde este prisma», ya que «en ningún momento ha estado Rusia bajo amenaza de la OTAN o ha estado Rusia bajo amenaza de Ucrania».
Hoy ambos países anunciaron que negociarán en Bielorrusia, un firme aliado de Moscú. Ucrania ha informado que lo hará sin condiciones en la frontera ucranio-bielorrusa, cuyo régimen responda por la seguridad de la delegación ucraniana.
“El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania precisó en todo caso que su país no va a “entregar una pulga de su territorio», sino simplemente a «escuchar lo que quiere decir Rusia» y «decir lo que se piensa de la guerra»