Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó hoy suministrar más armamento de calidad a las tropas que combaten en Ucrania, cuando se cumplen nueve meses desde el inicio de la campaña militar.
«Es importante no sólo aumentar el volumen y la variedad de los suministros, sino también mejorar su calidad», dijo Putin durante una reunión del consejo coordinador para garantizar las necesidades de las Fuerzas Armadas.
Putin pidió mejorar el funcionamiento del mecanismo de comunicación entre los militares, los productores y los constructores con el fin de introducir correcciones en los pedidos cuando sea necesario.
«No hay necesidad de introducir medidas extraordinarias. Pero hay que poner en marcha un trabajo preciso, de calidad y bien coordinado. Eso es siempre útil, pero en este caso es simplemente necesario para garantizar oportunamente todo lo necesario a nuestras Fuerzas Armadas durante la operación militar especial», explicó.
Para ello, agregó, los soldados sobre el terreno deben recibir el armamento y los equipos en fechas y volúmenes estrictamente fijados de antemano.
Los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos mantienen desde hace varios meses que el Ejército ruso tiene no sólo acuciantes problemas de falta de hombres en Ucrania, sino también de armamento y munición.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, destacó esta semana que Moscú sufre en Ucrania un «significativo» déficit de munición para artillería, en gran medida debido a los problemas logísticos que atraviesa, causados en parte por los ataques ucranianos contra los depósitos situados en la retaguardia del Ejército ruso.
Austin también resaltó que las tropas rusas disponen, según avanzan los combates, de cada vez menos misiles de precisión y que su industria de defensa tiene graves dificultades para fabricar con celeridad nuevas partidas de armamento guiado.
Algunos expertos europeos citados por la prensa continental consideran que el motivo de la retirada rusa del tercio norte de la región de Jersón es, más que el avance enemigo o los problemas de abastecimiento, la escasez de munición, que no le llegaría más que para un mes de combates.
En el caso de los misiles de crucero Iskander, que han hecho estragos en la infraestructura militar y civil ucraniana, Rusia no dispondría más que de 120 unidades.
Ante la imposibilidad de lograr avances en el campo de batalla, el Ejército ruso ha optado por lanzar bombardeos masivos contra la infraestructura energética ucraniana a las puertas del invierno, por lo que Kiev ha pedido a Occidente el suministro urgente de baterías antiaéreas.